Más de 20.000 personas permanecen en refugios provisionales después de que el tifón arrasara viviendas y carreteras en las áreas de su residencia habitual, según un informe preliminar del centro de operaciones de la Policía Nacional de Filipinas.
El tifón Mangkhut, el más fuerte que se abalanzó sobre Filipinas en lo que va de este año, trajo lluvias intensas al norte y el centro de Luzón provocando múltiples desprendimientos e inundaciones.
En Itogon, una colina de 300 metros colapsó enterrando a decenas de mineros. El alcalde de esta localidad, Victorio Palangdan, dijo que 14 cuerpos fueron recuperados esta mañana, lo que eleva a 39 el número de muertos en deslaves en la zona.
Grupos de rescate, ayudados por policías, soldados y voluntarios, siguen cavando con sus manos, palas y picos en una montaña de barro espeso con la esperanza de encontrar sobrevivientes.
El secretario de Medio Ambiente filipino, Roy Cimatu, ordenó el lunes suspender todas las labores mineras a pequeña escala en la Región Administrativa de La Cordillera, la más afectada por los desprendimientos.