"Un verdadero aliado de la OTAN no habría arrestado a Brunson en primer lugar", dijo el funcionario.
La negativa podría derivar en la imposición de sanciones adicionales a Turquía esta semana, según el periódico. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo el 16 de agosto que Estados Unidos está dispuesto a hacerlo si Brunson no es liberado.
El vicepresidente del banco estatal turco Halkbank, Mehmet Hakan Atilla, fue sentenciado a 32 meses de prisión en mayo pasado tras ser declarado culpable de conspiración para evadir las sanciones estadounidenses contra Irán.
Andrew Brunson, quien lleva más de dos décadas residiendo en Turquía y era pastor de una iglesia protestante de la provincia de Esmirna, fue encarcelado en octubre de 2016 por sus presuntos vínculos con el movimiento del clérigo islamista Fethullah Gulen y apoyo al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, reconocido como terrorista por Ankara.
A finales de julio pasado, Brunson fue puesto bajo arresto domiciliario, medida que la justicia turca se niega a levantar a pesar de las reiteradas exigencias de EEUU.
El 1 de agosto, el Departamento de Tesoro de EEUU impuso sanciones a los ministros de Justicia y del Interior de Turquía por el papel que jugaron en la detención de Brunson.
Turquía sostiene que Brunson amenazó la seguridad nacional; EEUU alega que el pastor fue víctima de un proceso injusto.
El caso Brunson es hoy uno de los principales motivos de discrepancias entre Ankara y Washington.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, lamentó el 11 de agosto que EEUU haya decidido "cambiar a un socio estratégico de la OTAN por un pastor".
El 19 de agosto, Erdogan señaló que Turquía podría buscar nuevos amigos y aliados, si EEUU no la respeta y sigue tomando medidas unilaterales.
La disputa sobre el caso Brunson tiene como telón de fondo una incipiente guerra comercial entre Washington y Ankara.
El 14 de agosto, Turquía amenazó con un boicot a los productos electrónicos hechos en EEUU y al día siguiente volvió a incrementar los impuestos sobre una veintena de mercancías estadounidenses —entre ellas el alcohol, el tabaco y los automóviles— en respuesta por las dos subidas de aranceles al acero y el aluminio que exporta a EEUU.
Reuters