A esta altura del desarrollo de la pandemia de COVID-19 si algo podemos dar por descontado es que el virus va a estar entre nosotros por mucho tiempo. Aunque se lo mencione poco como una de las estrategias sanitarias a adoptar, es imprescindible que nos aseguremos de dormir bien si queremos pasar la cuarentena, prevenir y combatir la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud ha advertido que dormir mal genera malestar y ansiedad, empeora el humor y nos baja las defensas. Según explican los investigadores médicos Giancarlo Vanini y Pablo Torterolo en La Diaria, existe una "relación bidireccional" entre el sueño y el sistema inmune. Sin llegar al extremo de una privación total de sueño, la falta de un sueño adecuado aumenta el riesgo de infecciones. En tiempos de aislamiento, afloran los trastornos del sueño.
¿Debería preocuparme por los sueños extraños?
Los sueños son actividad onírica que mayoritariamente es influida por vivencias con alto contenido emocional. Por el confinamiento y el estrés que causa, más todas las tensiones generadas por la pandemia, es esperable que la cantidad y calidad de los sueños se vea afectada. "Esto se desarrolla plenamente en la patología conocida como estrés postraumático, de la que las pesadillas relacionadas con el trauma son un síntoma característico", explican los investigadores.
El sueño está compuesto por dos estados: el sueño REM (rapid eyes movements o de movimientos oculares rápidos), y el sueño no-REM (NREM), también conocido como sueño de ondas lentas. Según explican los investigadores, si nos despiertan durante el sueño REM, en la mayoría de los casos decimos haber estado soñando.
El sueño ligero y los despertares frecuentes también hacen que los sueños se recuerden más. Vanini y Torterolo indican que se sueña principalmente durante el sueño REM, y mencionan que diversos estudios han mostrado que durante esta etapa hay una "restructuración del procesamiento cerebral de las emociones, que hace que disminuya su componente negativo".
Los investigadores concluyen que los sueños, los recordemos o no, tienden a mejorar nuestro estado de ánimo, y hay autores que los consideran una "terapia nocturna", por lo que estos sueños de confinamiento no deberían preocuparnos.
Vanini es doctor en Medicina del Departamento de Anestesiología del Centro de Ciencia de la Conciencia y del Programa de Graduados de Neurociencia de la Universidad de Michigan (Ann Arbor, Estados Unidos), y Torterolo es doctor en Medicina y Neurociencia y director del Laboratorio de Neurobiología del Sueño del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República de Uruguay.
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