Los teléfonos móviles actuales son equipos muy avanzados que incluyen infinidad de funcionalidades. Son miniordenadores que se pueden utilizar para multitud de tareas. Y, sin embargo, una de las cuestiones que más suele preocupar a los consumidores es la batería. Aunque se ha innovado bastante en los últimos tiempos, la única solución que ha encontrado la industria tecnológica es mejorar la densidad de las baterías.
Desde hace tiempo ya nos encontramos con modelos que superan con creces los 4.000 mAh. Y, junto con la optimización del software, puede lograr que un «smartphone» aguante dos días. Pero siempre se pide más y más. Nunca se está contento. Pero existen algunas cosas que el usuario medio puede hacer para extender un poco más la autonomía. Y más teniendo en cuenta que siempre que la necesitas es cuando más descargada está. Parece una teoría conspiranoica.
Bueno, los usuarios tienen en su mano tirar de algunas funciones presentes de manera nativa en sistemas operativos como iOS 13. Por ejemplo, el ecosistema de Apple para sus iPhone incluye un modo de bajo consumo. Para activar o desactivar esta opción hay que ir a «Configuración/ Batería», aunque también se puede activar y desactivar la función «Ahorrar batería» desde el Centro de control. Para ello, hay que ir a «Configuración/Centro de control/Personalizar controles» y, luego, seleccionar «Modo de Bajo consumo» para agregarlo al Centro de control.
Cuando está activado este modo se aumenta la duración de la batería del iPhone, pero algunas funciones pueden tardar más en actualizarse o completarse. Además, es posible que algunas tareas no funcionen hasta que desactives el modo o hasta que el nivel de batería del iPhone sea del 80 % o más. Este modo tiene algunas contrapartidas: reduce o afecta al correo electrónico, las funciones de voz, la actualización en segundo plano, las descargas automáticas, el bloqueo automático y otros efectos visuales. Cuando esté activado, la batería estará de color amarillo en la barra de estado.
Otra de las medidas al alcance de los usuarios de iOS 13 es activar el sistema de carga optimizada. Se trata de una función que reduce el deterioro de la batería. Para ello, el dispositivo aprende de los hábitos de carga diarios para cargarse hasta el 80% y terminando la carga cuando se vaya a usar. De esta manera, se puede cuidar la salud de este componente que van perdiendo efectividad con el uso.
Además de estas medidas, los usuario también pueden reducir el brillo de la pantalla de su «smartphone». Está comprobado que la pantalla es el elemento que más energía consume. No ayuda a alargar su autonomía mirar el móvil cada dos por tres. En ocasiones, es el responsable del 80% del consumo energético de un terminal electrónico. Así que es posible hacer uso del llamado «brillo automático», que regula la intensidad en función de las condiciones ambientales. Las funciones de segundo plano de algunas «apps» son culpables del drenaje de las baterías. Gestionar las notificaciones -que consumen batería- y cerrar los servicios que no se estén usando en ese momento pueden contribuir a rebañar unas horas valiosas.
abc
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