Donald Trump alegó el 18 de julio, que el USS Boxer abatió esa misma jornada un aparato teledirigido iraní (dron) en el estrecho de Ormuz, ubicado entre el Golfo Pérsico y el golfo de Omán, por haberse acercado “peligrosamente” a un navío estadounidense. Además, prometió presentar en breve las evidencias relacionadas con los hechos.
Un día después, una fuente de la Casa Blanca aseguró al canal de televisión saudí Al Hadath que EE.UU. divulgará pronto imágenes del momento del derribo del dron persa.
Este miércoles han transcurrido 21 días desde que se emitiera el anuncio, mientras el mundo sigue esperando las prometidas evidencias, que no han llegado hasta la fecha.
Trump, al parecer, está bastante influenciado por Paul Joseph Goebbels, temido ministro para la Ilustración Pública y Propaganda de Adolf Hitler, un líder nazi que dirigió Alemania desde 1933 hasta 1945 y que tiene una serie de interesantes observaciones sobre la mentira.
“Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”, es una de las frases atribuidas a Goebbels, muy fiel a las políticas nazistas de Hilter.
Sin embargo, el actual mandatario estadounidense no es tan inteligente para concebir que han transcurrido más de 70 años de la era de Goebbels y que hoy en día nadie acepta alegaciones sin pruebas, sea lo que sea su magnitud.
El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, indicó la misma jornada del 18 de julio, que no ha recibido información alguna sobre el derribo del dron por EE.UU.
“El tema está bajo investigación. Según los últimos datos que he recibido de Teherán, no tenemos información de la pérdida de un avión no tripulado hoy”, puntualizó el jefe de la Diplomacia persa tras haber llegado a la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York para una reunión con el secretario general de este ente internacional, Antonio Guterres.
Un día después, el portavoz jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de brigada Abolfazl Shekarchi, aseguró que todas sus aeronaves regresaron “a salvo” a sus bases.
“Contrariamente a las falsas alegaciones emanadas de las ilusiones de Trump, todos los drones pertenecientes a la República Islámica de Irán en el Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz, incluida la aeronave aludida por el presidente de EE.UU., regresaron de manera segura a sus bases tras realizar misiones de reconocimiento y controles planificados”, indicó Shekarchi.
Para apoyar el argumento, las autoridades iraníes, emitieron poco después parte de imágenes captadas por el dron iraní del USS Boxer, justo a la misma hora que el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) había informado del incidente.
Irán pide los restos del dron que EEUU dice haber derribado en Ormuz
El comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de división Hosein Salami, explicó el 24 de julio, que el aparato teledirigido, perteneciente a la División Aeroespacial del CGRI, sobrevoló 3 horas 40 minutos las aguas territoriales del Golfo Pérsico, en una misión de vigilancia, y envió imágenes de las embarcaciones desplegadas en la zona.
El CGRI ha publicado parte de las imágenes grabadas por el dron en cuestión “tanto para los iraníes como para el mundo”. “Nosotros hemos presentado pruebas de nuestros hechos y los enemigos también deben hacer lo mismo”, remarcó Salami.
El ministro iraní de Defensa, el general de brigada Amir Hatami, a su vez, reiteró la misma jornada que el país no ha perdido ningún dron.
Hatami recordó que Irán derribó el pasado 20 de junio un dron estadounidense espía que había violado el espacio aéreo del país persa y, posteriormente, para apoyar su argumento, mostró los restos del gigante avión teledirigido, modelo Global Hawk. “Si alguien dice haber abatido un dron iraní, muestre sus restos”, retó el alto mando castrense iraní.
Algunos intentos de EEUU para presionar y demonizar a Irán
EE.UU. ha intensificado la retórica belicista en contra de Irán, creando incidentes y situaciones para poder demonizar a Irán y justificar las presiones que ejerce en su contra.
Recientemente, Washington y sus aliados han acusado a Irán de estar detrás de los incidentes acaecidos en el mar de Omán, mientras varios informes han revelado que detrás de estos hechos ocurridos el 13 de junio está estampada la firma de EE.UU. y sus aliados regionales.
Casi una semana después de estos incidentes, EE.UU. envío un dron espía, un Global Hawk, al espacio aéreo persa, para luego acusar a Teherán de haberlo derribado mientras se encontraba en el espacio aéreo internacional.
Nadie, de hecho, se cree la versión estadounidense, dado que el avión no tripulado en cuestión se hallaba claramente dentro del espacio aéreo persa cuando fue abatido, conforme a irrefutables evidencias.
La razón del polvorín de hostilidades podría estar en que EE.UU. busca una nueva aventura militar para demostrar que aún sigue siendo el líder del mundo, un anhelo que parece poco probable por la existencia de potencias emergentes como Rusia, China y la propia República Islámica de Irán.
HispanTV
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