Los chatbots como tecnología para la automatización de procesos han sido ya aplicados en diferentes sectores como el tecnológico, el de los mercados financieros o las industrias del petróleo y el gas, siendo las industrias culturales el próximo sector donde desembarcarán próximamente.
Carlos Gonzalo, profesor del Postgrado en SEO y social media para comunicadores de la BSM, la escuela de management de la Universitat Pompeu Fabra y consultor de la agencia Flat 101 sostiene que los rezagados en la adopción de estas tecnologías son, junto a las industrias culturales, sectores como los de educación, atención médica y servicios públicos, y que es el momento de adoptar medidas para no quedarse atrás.
Los chatbots supondrán, la próxima revolución en museística y didáctica del patrimonio por lo que en su comunicación en el Congreso Internacional ‘El museo para todas las personas: arte, accesibilidad e inclusión social’ organizado a principios de abril en Madrid por el Consorcio MUSACCES (UCM-UNED-UAM) planteó la necesidad de actualizarse a la siguiente ola tecnológica que conformará el próximo futuro de las humanidades digitales.
Según Carlos Gonzalo, los investigadores del campo de las humanidades, de la web semántica y la informática necesitan de un Libro Blanco sobre el impacto de los chatbots en los museos que les sirva de guía en el desarrollo de prototipos de interfaces conversacionales para museos, una tecnología que permitirá que los visitantes dialoguen con las obras.
Gonzalo reclama la necesidad de desarrollar un modelo conceptual que sirva como base de conocimiento aplicable a museos de historia, arte y arqueología, y desarrollar prototipos genéricos de estas especialidades que puedan ser luego combinados con chatbots de catálogos específicos de museos.
“Se necesita _afirma_ mejorar la visibilidad de fondos de museos que puedan quedar ocultos por las características de la arquitectura de información de los sitios web de los museos, se deben explorar las posibilidades de interacción de los chatbots como servicio de descubrimiento de información para usuarios”.
Según los ciclos de sobreexpectación tecnológica, los famosos Hype Cycles publicados anualmente por la consultora Gartner, esta tecnología está a punto de madurar, sin embargo el problema que hay de base es que los catálogos de los museos no están etiquetados de tal manera que un chatbot pueda entender cuál es el contenido de los datos relacionados con una obra o con un autor.
En este sentido apunta que en cinco años se verán cosas que hoy parecen ciencia ficción si bien entre lo que la tecnología podrá hacer próximamente y cómo están los catálogos de los museos a día de hoy “hay una gran distancia porque las palabras tienen que hacerse inteligibles para los robots que solo van a entender los contenidos si detrás tienen una ontología específica sobre las obras de arte y sobre su periodo histórico”.
“Bienaventurados los documentalistas, bibliotecarios y especialistas en tratamiento de datos que después de veinte años van a ver cómo la web semántica resucita, abriendo nuevas posibilidades en el mercado laboral”, concluye.
Lavanguardia
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