El alcalde de la ciudad italiana de Bari Antonio de Caro quiere "duplicar el número de bicicletas en la ciudad" a través de una nueva iniciativa: los ciudadanos que vayan a trabajar a lomos de una serán gratificados con hasta 25 euros (28 dólares) al mes. Los viajes en bicicleta hacia el trabajo costarán 20 céntimos de euro (22 centavos de dólar), los que no sean de trabajo costarán 4 céntimos de euro (4 centavos de dólar) por kilómetro. Los trabajadores que más usen sus bicicletas obtendrán un bono.
En el experimento podrán participar hasta 1.000 residentes en Bari. El Ministerio italiano de Medio Ambiente apoya el proyecto con un una subvención de 545.000 euros (615.667 dólares). "Si pedaleas, no solo vas a ganar salud", subraya el regidor. Con esa cantidad se pretenden cubrir principalmente los incentivos para que los ciudadanos que no la tengan puedan comprarse una bicicleta.
El proyecto, que durará cuatro meses, pretende hacer de la urbe italiana un lugar más accesible para peatones y ciclistas. Los impulsores de este proyecto dicen que les ha inspirado el ejemplo de Copenhague, una ciudad conocida en todo el mundo por ser un paraíso para los ciclistas.
Bari puede convertirse en un lugar perfecto en este sentido pues es costera y el clima es benigno, apunta The Local. Sin embardo, ahora el centro de la ciudad y el paseo marítimo presentan un denso tráfico y no existe una buena red de carriles bici.
Un proyecto parecido fue impulsado en Francia en 2014. Era un programa piloto que duró seis meses y unas 20 empresas pagaron a sus empleados para que cambiaran sus coches por bicicletas. El experimento tuvo éxito y en marzo de 2016 el proyecto se transformó en ley.
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