Después de meses de preparación, un grupo de la minoría musulmana rohingya, refugiados en Bangladés, recibieron a enviados del CSNU.
Durante su segundo día de viaje, la delegación visitó los campamentos de rohingyas en el sureste de Bangladés, donde subrayaron la necesidad de una acción conjunta para solucionar la crisis de esta minoría.
Los representantes del CSNU aseguraron que tanto el Gobierno de Bangladés como el de Myanmar (Birmania) deben iniciar “negociaciones constructivas” y facilitar el camino para un regreso seguro de los rohingyas a Myanmar. Expresaron también su preocupación por la condición de vida y la situación humanitaria en los campamentos.
Por su parte, los refugiados contaron la historia de sufrimiento y violencia que padecieron en Myanmar por parte del Ejército y los budistas extremistas. Exigieron que se restaure su ciudadanía, y que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) los proteja a ellos y a sus hogares si son repatriados.
Para la delegación, esta fue la primera parada importante de su viaje, que continuará en la capital de Bangladés, Daca, y luego en Myanmar, incluida una visita al epicentro de la crisis, el estado occidental de Rajine, donde vivía la mayoría de la minoría musulmana rohingya.
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