Irak se encamina hacia un Estado fallido y fracturado tras la guerra
Aznar y Blair pactaron una estrategia para mostrar que intentaban evitar la guerra
Los fallecidos en el ataque del ISIS en Bagdad superan los 200
El atentado, que se produce apenas cinco días después de que otro causase más de 200 muertos en Bagdad, ha sido perpetrado en el momento en el que decenas de personas se encontraban en el lugar celebrando el fin del mes sagrado del Ramadán. En respuesta, el influyente clérigo chií Muqtada al Sadr ha ordenado a su milicia que se despliegue en los alrededores del mausoleo para intentar garantizar la seguridad de los presentes, según ha informado la cadena de televisión iraquí Al Sumaria.
El Estado Islámico tiene en su punto de mira a la población chií. De hecho, tras el atentado de Bagdad —también dirigido contra este grupo el grupo—, el grupo terrorista publicó una nota en la que afirmaba que estos ataques se encontraban dentro "del marco de las permanentes operaciones de seguridad de los soldados del califato" contra los "renegados" (en alusión a los musulmanes chiíes).
Trece años después de la guerra de Irak, el país se encamina hacia un modelo de Estado fallido, acosado por el terror del Estado Islámico y fragmentado entre sus tres principales comunidades: chiíes (60%), suníes (20%) y kurdos (20%). El informe Chilcot, recientemente publicado, sostiene que "a pesar de las explícitas advertencias, las consecuencias de la invasión fueron infravaloradas, y la planificación del Irak pos Sadam resultó completamente inadecuada". Además, esta investigación ha revelado cómo el entonces primer ministro británico, Tony Blair, y el jefe del Gobierno español, José María Aznar, acordaron poner en marcha una estrategia de comunicación para intentar demostrar que "estaban haciendo todo lo posible para evitar la guerra".
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