El distanciamiento comercial del gigante de Oriente —aderezado con la caída del precio de las materias primas y el cambio de política monetaria en varios países ricos— ha dejado tocado al producto interior bruto (PIB) latinoamericano en 2015, con una caída del 0,1%, el primer dato negativo desde 2009. "América Latina necesita transformarse estructuralmente para seguir siendo un mercado atractivo para China", dice Mario Pezzini, director del centro de desarrollo de la OCDE.
El reto que propone el organismo internacional no es sencillo. La región requiere políticas decididas de diversificación productiva, mejora de calidad de bienes y servicios y una integración regional, resume Ángel Melguizo, jefe de la unidad para América Latina de la OCDE.
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