"Condenamos y rechazamos las afirmaciones completamente infundadas hechas contra Azerbaiyán por el Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinián, quien obstinadamente repitió la declaración emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Armenia el 18 de marzo. La retórica agresiva de la jefatura armenia, que amenaza la integridad territorial y la soberanía de Azerbaiyán e ignora las obligaciones internacionales asumidas por Armenia, demuestra que Armenia no está interesada en la paz en la región. Recomendamos al Primer Ministro, Nikol Pashinián, que aprenda de la historia y guíe a Armenia, que ha ocupado los territorios de Azerbaiyán durante 30 años y llevado a cabo una limpieza étnica contra cientos de miles de azerbaiyanos, en la dirección correcta, para no obstruir la agenda de paz que Azerbaiyán lleva promoviendo desde 2020 y abstenerse de actividades agresivas como interferir en sus asuntos internos.

Es inaceptable presentar el regreso de antiguos desplazados internos que fueron víctimas de la política de limpieza étnica de Armenia a sus tierras de origen como una violación de la Declaración Tripartita por parte de Azerbaiyán. Del mismo modo, la parte armenia no tiene derecho moral a presentarse como un "defensor de los derechos" de los residentes armenios de Azerbaiyán. Es absurdo que Armenia, que ha trasladado ilegalmente a armenios a estos territorios, además de destruir propiedades pertenecientes a azerbaiyanos tanto en su propio territorio como en las ciudades y pueblos ocupados por Armenia durante 30 años, se oponga al asentamiento de Azerbaiyán en sus territorios soberanos y tierras históricas. Esta declaración también contradice directamente los acuerdos de Praga y Sochi, a los que Armenia se refiere repetidamente. La afirmación de que Armenia no es un estado monoétnico, que expulsó por la fuerza a los azerbaiyanos de sus tierras históricas en el territorio actual de Armenia, no comprende la existencia pacífica de cientos de pueblos étnicos en Azerbaiyán, y afirma que no es un Estado monoétnico, es otro ejemplo de fraude armenio. Si Armenia realmente tiene la intención de abandonar sus reclamos territoriales y su política revanchista contra Azerbaiyán, debería abandonar esa retórica agresiva. Si la parte armenia está interesada en la paz en la región, debe detener los intentos de las autoridades centrales de Azerbaiyán de interferir con los contactos de los residentes armenios con el propósito de reintegrarse, para obstaculizarlo".

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