“Queremos conducir las sanciones hacia el cementerio de la historia”, aseveró el miércoles el comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de división Hosein Salami.

En declaraciones ofrecidas durante un acto en Teherán (capital persa), Salami denunció la guerra librada por los enemigos contra la República Islámica de Irán en diversos campos. “La guerra económica de hoy es un claro ejemplo de ello”, señaló.

“Desde hace más de 40 años, el mundo islámico ha sido el epicentro de las invasiones directas e indirectas de los poderes hegemónicos”, agregó, antes de subrayar que el poderío de la arrogancia global ya ha entrado en declive.

El alto mando castrense persa aseveró, además, que Irán ha convertido las crueles sanciones de Washington y sus amenazas en oportunidades, y ha logrado ser autosuficiente en diferentes ámbitos, entre ellos el defensivo.

“Hemos avanzado gracias a las sanciones”, agregó, antes de insistir en que los enemigos no pueden crear obstáculos en el proceso de desarrollo de Irán, pues, recalcó, la nación persa superará todas las presiones y dificultades.

Las declaraciones del alto general persa se producen el mismo día en el que el Departamento del Tesoro de EE.UU., en el marco de su política de “máxima presión”, anunciara nuevas sanciones contra Irán, en las que figuran la mayor compañía naviera y la aerolínea del país.

Conforme resaltan las autoridades iraníes y varios informes, la política de “máxima presión” de EE.UU. contra Irán ha fracasado al no alcanzar ninguna de sus metas, entre ellas, renegociar el acuerdo nuclear, conocido oficialmente como el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), del que Washington se salió en mayo de 2018.

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