La localidad belga de Tournai, de 70.000 habitantes, ha comenzado el derribo un puente del siglo XIII para dar paso a barcos de hasta 2.000 toneladas. El Pont des Trous (Puente de los Agujeros), levantado entre 1281 y 1329, ha comenzado a caer en esta ciudad fronteriza con Francia que aspira a formar parte de un proyecto de canal entre el Benelux y el puerto francés de El Havre. Hasta ahora, por el río Escalda, que cruzaba este histórico puente, navegaban embarcaciones de un máximo de 1.500 toneladas. Con el derribo, cruceros y cargueros de mayor capacidad podrán transitar las aguas y eventualmente llegar hasta el río Sena y después hasta el mar. Será un canal de 105 kilómetros que costará 4.200 millones de euros, según explica el diario The Guardian.
La idea de tirar abajo el puente comenzó hace cuatro años, pero fue el pasado enero cuando el Ayuntamiento de Tournai lo aprobó. A pesar de la oposición de muchos vecinos, la polémica obra comenzó el pasado viernes. De nada han servido las firmas de 20.000 personas que pidieron que se desestimara el proyecto. El puente era hasta ahora una de las joyas de Tournai.
En la web de turismo de la localidad se explica que su construcción duró cerca de 50 años. Su arco central, dice esta página oficial, fue dinamitado durante la Segunda Guerra Mundial, conflicto que dejó esta ciudad fronteriza con Francia reducida a escombros. En 1948 fue reconstruido y se aprovechó para elevar el puente 2,40 metros y "facilitar la navegación y el desarrollo de la economía del río". Irónicamente, la web llama a visitar "uno de los vestigios más prestigiosos de la arquitectura medieval de Bélgica", al tiempo que informa del derribo, que califica como "un nuevo capítulo en su historia" y ofrece un enlace en directo a los trabajos de "desmantelamiento de los arcos centrales". Solo las dos torres en cada orilla son originales, una de 1281 y la otra de 1304.
Aunque las autoridades han prometido su reconstrucción con los ladrillos originales -así lo dijo el ministro de obras públicas de Valonia, Carlo Di Antonio-, la ministra de Energía de Bélgica, Marie-Christine Marghem, presente en el comienzo de las obras de derribo, señaló que no había visto ninguna piedra numerada. De hecho, muchas cayeron directamente al agua. "Estoy junto al Puente de los Agujeros desde el amanecer para ver cómo las instituciones atacan el monumento", escribió en Facebook.
elpais