¿Ha terminado la crisis?: cuál será el futuro de Yemen tras la muerte del expresidente Saleh
Ya nada frena a la coalición saudita
Según ha comentado la directora de programas del Instituto Shafaqna de Estudios del Medio Oriente en Londres, Catherine Shakdam, es difícil hablar de cualquier alivio de la crisis, ya que tras la muerte del exlíder yemení "no hay nada que frene a la coalición saudita".
Según Shakdam, Saleh, quien se alineó con los sauditas poco antes de ser asesinado, rompiendo una alianza incómoda con los hutíes, "todavía era capaz de tender puentes con la coalición saudita, pudo mantener abierta la comunicación y negociar para que la ayuda humanitaria llegara a los yemeníes". La operación militar liderada por Riad arrojó a Yemen a un desastre humanitario que afectó a unos 20 millones de personas que necesitan ayuda urgente.
El expresidente yemení también instaba a las fuerzas de la coalición a "detener su agresión, levantar el asedio, abrir los aeropuertos, permitir la ayuda alimentaria y ayudar a los heridos", añadió Shakdam.
Una guerra real, vengativa y personal
En cambio, el actual presidente del país, Abd Rabbu Mansour Hadi, instó a los yemeníes a "levantarse contra" los hutíes, ordenando una ofensiva masiva contra las fuerzas rebeldes en Saná y prometiendo una amnistía para aquellos que abandonaran el grupo.
Los hutíes, por su parte, "sostienen una línea religiosa que puede asustar a mucha gente que desea ver una república en Yemen", opina Shakdam, agregando que "cualquier motivación [para evitarlo] fue encapsulada por Saleh, y ahora se ha ido". Además, la situación puede resultar en "una catástrofe", afirma la experta, ya que Yemen está abierto "para gente como Al Qaeda y las milicias wahabíes que han estado en Siria e Irak".
Ante este panorama Shakdam afirma que, al contrario de lo que aseguran los hutíes, la crisis yemení no ha terminado "ni por asomo". La especialista ha advertido que, al contrario, la situación podría convertirse ahora en "una guerra real en la que las tribus querrán buscar venganza", agregando que la confrontación se ha vuelto "muy vengativa y muy personal". "Se ha vuelto difícil llegar a cualquier cosa que remotamente parezca una solución política", señaló.
"Fue un fracaso drástico"
El analista político y de seguridad Omar Nashabe también se hizo eco de las preocupaciones de que Yemen pueda enfrentar más derramamientos de sangre en el futuro, ya que es posible que los sauditas presionen para que haya más agresiones y destrucción. No obstante, Nashabe califica como "fracaso drástico" el hecho de que Saleh cambiara de bando en el conflicto y "creara una conspiración contra los hutíes".
Según ha comentado el especialista a RT, Riad y sus aliados están tratando de crear coaliciones con las fuerzas locales mediante "presión financiera" y "promesas para el futuro". Sin embargo, "estos elementos de corrupción no funcionaron, porque después de tantos años de bombardeos sauditas la población de Yemen no está lista para sentarse y hablar con los sauditas como si nada hubiera pasado".