Iglesias tiene sobre la mesa varios libros ( El juicio político de los expertos, de Philip Tetlock; Caricaturas franquísimas, de Jordi Artigas; una biografía de Bernie Sanders, la sorpresa demócrata que ha plantado cara en las primarias demócratas a Hillary Clinton; y el programa de su partido, que recita a la mínima posibilidad), viste camisa roja y la que se ha convertido en amiga inseparable en los últimos meses: una corbata oscura
.El candidato de Unidos Podemos cree que la campaña, pese a su baja intensidad, está siendo muy interesante y sostiene que mantendrá el tono calmado por el que han optado. Rechaza dejar pasar esta convocatoria y esperar a una mejor oportunidad de alcanzar el poder en dos años ("Un exceso de tacticismo puede dejar el país hecho trizas") y mantiene que solo podrán tocar el poder de la mano del PSOE... y los socialistas volver a él de la suya. Aconseja a Pedro Sánchez que pregunte a sus bases "si abstenerse para que siga el PP o gobernar con Podemos" y descarta una solución imaginativa ante un hipotético bloque: "No sería sensato plantear que el presidente sea alguien que no se ha presentado a las elecciones".
Entramos en la recta final de una campaña con menos interés que la de diciembre. ¿Cómo la está viendo usted? ¿La repetición afecta al interés de los ciudadanos?
Creo que no. Es probablemente una de las más interesantes de la historia de España precisamente por los cambios históricos que se están produciendo. Ya ha habido un cambio en el sistema de partidos que en estas elecciones se puede consolidar con resultados inéditos. Estamos ante un cambio epocal sin precedentes en los últimos 40 años. Si comparamos las expectativas y las posibilidades que hay de que cambien las cosas con las elecciones que ha habido, diría casi desde el 77. Lo que puede pasar es increíble.
Todas las encuestas coinciden en que Unidos Podemos dará el sorpasso al PSOE en votos y tal vez en escaños pero que el PP será el ganador. ¿Cómo ve el día después de las alianzas si se cumple ese pronóstico?
Hay que ser prudentes. Nuestro objetivo sigue siendo ganar al PP y aunque lo hiciéramos no tendríamos mayoría absoluta. La única posibilidad deseable es ponernos de acuerdo con el PSOE. Es una cuestión histórica. No vamos a poder gobernar en España sin el PSOE ni ellos sin nosotros. La prueba son los ayuntamientos y las comunidades autónomas. Estamos gobernando Madrid, Barcelona, Cádiz, A Coruña o Zaragoza gracias en algunos casos al PSOE y nosotros hemos apoyado investiduras de presidentes socialistas en Baleares, Aragón o Comunidad Valenciana.
Lo deseable es que nos pongamos de acuerdo porque la alternativa es que siga gobernando el PP. Nuestra opción es clara, va a tener que decidir el PSOE.
El domingo El País pedía al PSOE en un editorial que no les apoyasen en ningún caso; también lo han hecho históricos dirigentes socialistas como Rodríguez Ibarra, que ha pedido que si el PSOE es tercero e incluso segundo vaya a la oposición. ¿Qué opina de estas presiones?
Vienen siendo habituales. Hay una estrategia que tiene que ver con el dueño de El País y algunos sectores muy tradicionales del PSOE que les condenaría a un futuro muy poco prometedor. Espero que se imponga el PSOE sensato que quiere seguir existiendo como un partido fuerte, que asuma una nueva realidad histórica en la que si gobiernan va a tener que ser con nosotros. Si ellos optan por gobernar con el PP, sus electores no se lo van a perdonar.
Este lunes Pedro Sánchez ha asegurado que usted "no cumple los requisitos" para que el PSOE le apoye. ¿Está Sánchez en ese PSOE no sensato del que habla usted?
Independientemente de los discursos de campaña, creo que van a ser los árbitros. El PSOE va a tener que decidir si permite que gobierne el PP o si se pone de acuerdo con nosotros. Si opta por lo primero, no les auguro un futuro bueno con respecto a sus propios electores, que preferirían un acuerdo con nosotros. Lo más sensato sería que consultaran a las bases si abstenerse para que siga el PP o la opción de un Gobierno con Podemos.(eldiario.es)
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