Los médicos del Hospital Metodista de Houston (Texas, EE.UU.) analizaron datos de los pacientes infectados con ómicron e identificaron sus principales diferencias respecto a los pacientes con las variantes alfa y delta del coronavirus.
El estudio publicado el pasado jueves en la revista The American Journal of Pathology se basó en el análisis de 4.468 muestras de ómicron obtenidas en el sistema sanitario del centro médico que incluye ocho hospitales ubicados en el área metropolitana de Houston entre el 27 de noviembre de 2021 y el 5 de enero de 2022, cuando se registró el primer caso de la variante en la zona. Además, los investigadores incluyeron en el análisis las muestras de los pacientes con alfa y delta, tratados previamente en las instalaciones.
Al analizar un total de 40.991 muestras de los pacientes infectados con las tres cepas, los investigadores llegaron a las siguientes conclusiones:
Propagación extremadamente rápida de ómicron
Ómicron se extendió por toda la zona metropolitana en un período de tiempo "inusualmente" corto, mucho más rápido que cualquier otra variante del coronavirus. La cepa tardó tan solo tres semanas en convertirse en la variante dominante en la región, causando el 90 % de los nuevos casos de covid-19.
Más casos de 'irrupción' de la vacuna
La variante ómicron causó más casos de 'irrupción' de la vacuna que alfa y delta, es decir, un número mayor de los pacientes infectados con ómicron dieron positivo tras estar completamente vacunados. Así, un total de 156 personas (3,5 %) se infectaron con ómicron al menos una semana después de recibir la primera dosis contra 494 (3,1 %) de los pacientes con delta. Mientras, 1.786 (40 %) dieron positivo 14 días después del segundo pinchazo contra 3.679 (23,4 %), y 711 (15,9 %) al menos dos semanas después de la dosis de refuerzo contra 140 (0,9 %).
Según los médicos, el aumento de los casos de 'irrupción' se debe a una posible disminución de la inmunidad.
La edad más joven de los infectados
Los pacientes infectados con ómicron eran más jóvenes que los pacientes con alfa o delta, lo que podría ser atribuido, según los autores del estudio, al frecuente incumplimiento de medidas sanitarias por parte de este grupo tales como el uso de tapabocas o distanciamiento social. La edad media de los contagiados con ómicron era de 44,3 años, a diferencia de los pacientes con alfa, con un promedio de 50 años y aquellos con delta, 48,3 años.
En comparación con los pacientes infectados con las variantes alfa y delta, los infectados con ómicron fueron hospitalizados con una frecuencia "significativamente" menor. Además, los pacientes internados requirieron un soporte respiratorio menos intenso y tuvieron que permanecer hospitalizados menos tiempo: 3,2 días en lugar de 5,1 días para los pacientes con alfa y 5,4 días para los infectados con delta.
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