Así se han hundido las ventas de móviles de Huawei en menos de dos años

  22 Febrero 2021    Leído: 966
Así se han hundido las ventas de móviles de Huawei en menos de dos años

Las ventas de móviles de Huawei se han desplomado en muy poco tiempo. Estas son las razones.

A principios de 2019 casi ningún analista imaginaba un escenario en el que Huawei no acabase el año convertida en el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo y robándole la corona a Samsung. La empresa China parecía tenerlo todo a su favor. Era una máquina bien engrasada, capaz de producir teléfonos competitivos a precios muy inferiores a los de la competencia.

Su negocio de redes 5G estaba amenazado en varios territorios por diferentes consideraciones políticas y económicas. Desde 2011, con Obama en la presidencia del país, EE.UU. había maniobrado para frenar el avance de la empresa, que consideraba demasiado cercana al gobierno del Beijing y una posible amenaza para la seguridad nacional en caso de controlar la futura infraestructura de telecomunicaciones. La fabricación de smartphones, sin embargo, parecía estar a salvo.

UNA CAIDA SIGNIFCATIVA
Una orden ejecutiva firmada por Trump en mayo de 2019, cambió las cosas para siempre. Huawei ha cerrado el último trimestre de 2020 como el sexto fabricante del mundo, con una caída del 41% frente al mismo periodo del año anterior. En España la caída es incluso más pronunciada. Huawei ha perdido un 47% de sus ventas en nuestro país.

En el agregado del año le ha ido mejor, pero no por mucho. En la clasificación mundial ha perdido la segunda posición frente a Apple, y sus ventas caen un 21%. En total, ha vendido 187 millones de teléfonos, según la consultora Counterpoint.

De acuerdo, 2020 no ha sido un año precisamente normal, pero incluso dentro del escenario increíblemente complejo que plantea la pandemia, Huawei ha sufrido más que el resto de fabricantes. Xiaomi podría adelantarla fácilmente en 2021. Hace dos años, eso era impensable.

PROHIBIDO HACER NEGOCIOS
Una de las características que ha definido la era Trump en EE.UU. es la guerra comercial con China, concretada en una batería de impuestos y aranceles con los que Washington espera reactivar la economía local y buscar una posición más favorable para sus exportaciones.

Huawei ha tenido la mala suerte de convertirse en el peón de esta partida de ajedrez, la herramienta que Trump eligió para presionar al gobierno de Xi Jinping.

La orden ejecutiva de mayo de 2019 no la mencionaba explícitamente, pero indicaba que para proteger la integridad de la infraestructura de comunicaciones, las operadoras no podrían utilizar equipos provenientes de compañías que pudieran ser consideradas una amenaza para la seguridad nacional.

El lenguaje de la orden iba más allá. Especificaba además que ninguna compañía estadounidense podría realizar a partir de ese momento negocios con estas compañías y la lista, publicada poco después de la orden, incluía por supuesto a Huawei.

Bajo esta nueva directriz, toda la cadena que hacía posible que un móvil Huawei llegase al mercado se desintegró en cuestión de días. Google no podría ya colaborar con Huawei para instalar muchas de las aplicaciones que se consideran estándar dentro de la plataforma Android; Qualcomm o Intel no podrían venderle sus chips y patentes; Corning no podría proporcionarle cristales para sus pantallas, etc, etc, etc...

PARCHES
Como consecuencia, los teléfonos de Huawei han tenido que cambiar y adaptarse a lo largo de 2019 y 2020. Han empezado a usar más procesadores de diseño propio y a depender de la tiendas de aplicaciones de la propia Huawei, AppGallery, que tiene un catálogo menor al de la alternativa oficial de Google.

Huawei ha tenido también que diseñar un sistema operativo, HarmonyOS, apoyándose en la versión abierta de Google y supliendo con desarrollos internos parte de la funcionalidad y las APIs que Google ofrece a los desarrolladores.

Pero incluso esos esfuerzos resultan a veces insuficientes. A mediados de 2020 la administración de Trump expandió las condiciones del bloqueo, impidiendo que proveedores de terceros países, como la empresa de semiconductores taiwanesa que fabrica los procesadores diseñados por Huawei, TSMC, mantuvieran relaciones comerciales con la compañía.

Todo esto ha terminado por pasar factura en las tiendas, sobre todo al comparar sus terminales con los de Samsung u otros fabricantes chinos a los que no les afecta la orden, como Oppo o, hasta hace poco, Xiaomi. El número de usuarios de Huawei Mobile Services o usuarios activos que descargan apps de la AppGallery está creciendo (un 61% en Europa en 2020), pero el camino que queda por recorrer aún es muy largo.

La empresa ha tratado de recurrir la orden por via judicial en EE.UU., pero de momento sin éxito. La esperanza está puesta ahora en que la administración de Biden rebaje un poco la tensión entre ambos países con algún gesto de buena voluntad hacia la compañía.

Ren Zhengfei, presidente de Huawei, ha admitido recientemente que apreciaría la oportunidad de hablar con el presidente de EE.UU. sobre la situación del bloqueo, pero no parece que la llamada vaya a producirse. Biden está ahora comenzando a seleccionar el equipo que se encargará de continuar las negociaciones con China y, de momento, los perfiles elegidos parecen indicar que la actitud frente a su rival seguirá siendo tan dura como en la era Trump.

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