La canciller alemana, Angela Merkel, permanecerá en cuarentena después de que un médico con el que estuvo en contacto haya dado positivo de coronavirus. El portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, informó en un comunicado de que “un médico que le puso una vacuna profiláctica del neumococo el viernes por la tarde ha dado positivo de coronavirus”. Se trata de una vacuna contra la neumonía, que se administra de forma regular a personas mayores de 60 años.
La canciller fue informada inmediatamente después de su comparecencia de prensa para anunciar nuevas restricciones de desplazamiento en Alemania y “decidió inmediatamente someterse a cuarentena”. El portavoz no precisa si la cuarentena se llevará a cabo en las dependencias de la cancillería o en su apartamento privado, en el centro de la capital alemana. En los próximos días se le realizarán pruebas regularmente, ya que en este momento, consideran que los resultados no serían totalmente concluyentes, añade la nota. Merkel, de 65 años, continuará trabajando desde su confinamiento, informó el Ejecutivo alemán.
La canciller ha mantenido este domingo una reunión telemática con los Estados federados para tratar de frenar la propagación del coronavirus, según informó Merkel en la conferencia de prensa. Las nuevas medidas optan por controlar los contactos, en lugar de ordenar el confinamiento. Quedan prohibidas las reuniones de más de dos personas, salvo en el caso de las familias o de quienes vivan bajo un mismo techo. Se aplicarán durante un mínimo de dos semanas y quien no las cumpla podrá ser sancionado con multas.
En Alemania, el número de positivos asciende a 18.610, según las cifras del Instituto Robert Koch y el de muertos por el virus a 22. La Universidad Johns Hopkins cuenta 23.921 positivos y 92 muertes en Alemania, una cifra superior a la que da el Instituto Robert Koch porque esta institución tarda más en confirmar los datos.
A partir de ahora, se podrá salir a la calle, pero como máximo de dos en dos. Se podrá salir a hacer deporte o a respirar aire fresco. Hay que mantener una distancia mínima de un metro y medio con otras personas, indicó Merkel. Las peluquerías y los restaurantes quedarán cerrados. “El problema no es salir de casa, el peligro es el contacto social”, estimó el jefe de Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet en conferencia de prensa tras la reunión.
Se podrá también salir para ir a trabajar, ir a comprar, ir al médico o asistir a citas importantes como exámenes. Las reuniones festivas en lugares públicos o privados se consideran “inaceptables debido a la gravedad de la situación”. Se prevén sanciones para quien incumpla las restricciones impuestas al contacto social.
Las medidas irán evolucionando a medida que avance la propagación del virus, informó la canciller. “Hagan lo correcto por el país. Muestren sentido común”, pidió. “Así podemos salvar vidas”, añadió Merkel.
Hasta ahora, cada Estado había adoptado sus propias medidas. Baviera fue el primero en ordenar un confinamiento flexible el viernes, lo que ha creado tensiones entre algunos Estados que acusaron a Múnich de actuar por libre. Ahora cada land es competente para poner en marcha y concretar las líneas generales pactadas el domingo.
elpais
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