Vista general de una calle de Alepo, en la que se observan los daños causados.
Alepo lleva partida desde 2012. El Gobierno sirio controla los distritos del tercio oeste, milicias kurdas gobiernan un distrito norteño y la oposición la zona este y sur, con una pequeña vía de suministros que circunda la urbe por el norte en sentido oeste. En abril Bashar Asad ordenó cortar esta carretera y asediar los barrios alzados, donde hay decenas de miles de civiles. Esta ofensiva derivó en intensas luchas y puso el cese de hostilidades auspiciado por la ONU, efectivo desde el 26 de febrero pasado, en punto muerto. "Nuestro objetivo es llegar a un punto en el que no tengamos que contar más las horas, y que el cese de hostilidades sea plenamente respetado en toda Siria", dijo la semana pasada el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, ante el acuerdo del régimen de silencio temporal para Alepo, también aplicado a Damasco y Lataquía. Sin embargo, más allá de tímidas hostilidades entre adversarios, preocupa que el Estado Islámico y especialmente el Frente Al Nusra -brazo de Al Qaeda en Siria- no estén involucrados en él. La presencia del Frente Al Nusra en zonas opositoras sirias, incluso en ocasiones compartiendo trinchera con otros grupos reconocidos por EEUU, sirve de justificación para que los aliados de Asad bombardeen esas áreas, en ocasiones matando también a civiles. Aunque la Coalición Nacional Siria asegura que el Frente Nusra no tiene control efectivo de ninguna área siria, otros analistas como Charles Lister, del Middle East Institute, creen que se prepara para declarar su propio Estado islámico en el norte de Siria. Otra señal que indica un posible paso adelante del Frente Al Nusra es el mensaje sonoro que ayer publicó Ayman Zawahiri, considerado líder de Al Qaeda. Zawahiri elogió a su filial, llamó a unir todos los muyahidín (combatientes yihadistas) en Siria para "liberar" el país y construir "una entidad islámica yihadista que siga el buen camino". Recordando su rivalidad con el IS, Zawahiri, esta vez más inclinado que antaño a asentar un poder político, arremetió contra aquella organización "y sus apoyos anónimos". El viernes pasado, una alianza de grupos salafistas - islamistas ultra conservadores - llamada Yaish al Fatah (Ejército de Conquista), capitaneados por el Frente Nusra, arrebató a las fuerzas pro Asad la localidad de Jan Tuman, nueve kilómetros al suroeste de Alepo. Este pueblo es crucial porque se halla en las inmediaciones de la principal ruta, procedente de Hama, de acceso de suministros a las zonas alepinas en manos del Gobierno. Si aseguran su toma, los opositores tendrían una segunda vía de escape de Alepo.Según estimó el Observatorio Sirio para los DDHH, una entidad pro oposición basada en Londres, al menos 30 combatientes pro Damasco y 43 alzados murieron en los choques de Jan Tuman, que ayer proseguían. Medios iraníes informaron de que trece "asesores militares" - Irán desmiente que tenga combatientes - han muerto allí. Entre las víctimas de Jan Tuman podría haber también, según el medio Voice of America, cerca de 15 combatientes chiitas afganos reclutados por Teherán.
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