"Muy pronto lo vamos a anunciar, espero que en marzo, todavía no sé cuándo el presidente los va a autorizar, tenemos otras medidas que quizá creo que van a ser un poco más significativas y van a ayudar a Pemex", dijo en responsable de las finanzas públicas en un foro financiero.

El Gobierno considera que nivel de endeudamiento de la petrolera, la más endeudada del mundo con 106.000 millones de dólares y con vencimientos cercanos, "debe ser atacado pues, tarde o temprano, va a dañar la calificación de deuda soberana del país".

En un discurso ante banqueros, Urzúa aseguró que "hay muchas oportunidades".

"Creo que Pemex se va a ayudar a sí mismo, es verdad que tenemos que ayudarla, empujarla, pero sin poner en riesgo, obviamente, las finanzas del país", puntualizó.

El cambio de la perspectiva de Pemex "de estable a negativa", anunciada hace una semana por la agencia calificadora de riesgo financiero Standard & Poor's (S&P) es resultado de la política neoliberal, dijo el martes de este semana el presidente Andrés Manuel López Obrador.

"Considero que con la calificación se está castigando al país, por la política neoliberal que se aplicó en los últimos 36 años, que fue un rotundo fracaso, sobre todo en los últimos años, y para ser más preciso el año pasado, cuando no teníamos nada que ver con el Gobierno", respondió López Obrador en conferencia de prensa.

La agencia anunció el lunes 4 de marzo que la valoración sobre Pemex es resultado de un reciente cambio de perspectiva sobre la deuda soberana de este país, que también puso en perspectiva negativa el 1 de marzo.

Un plan del Gobierno, por unos 3.900 millones de dólares, para apuntalar a la compañía estatal, cuyas pérdidas en 2018 sumaron más de 7.550 millones de dólares, fue presentado a mediados de febrero por López Obrador.

Antes de ese plan, otra calificadora de riesgos financieros, Fitch Ratings, también redujo la calificación crediticia de Pemex y mantuvo su perspectiva en negativa.

El Gobierno también combate con unos 10.000 efectivos el robo de combustible a los oleoductos de Pemex, lo que le permitiría a la firma ahorrar unos 2.500 millones de dólares tras perder 3.000 millones de dólares el año pasado por ese delito.

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