Un F-22 Raptor realiza un aterrizaje de emergencia y queda gravemente dañado

  13 Octubre 2018    Leído: 1042
Un F-22 Raptor realiza un aterrizaje de emergencia y queda gravemente dañado

El caza de quinta generación estadounidense F-22 Raptor, considerado como uno de los más avanzados del mundo, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en la base aérea de Elmendorf, en Alaska (EEUU).

En la imagen publicada en Facebook se puede apreciar que el tren de aterrizaje izquierdo no se ha desplegado y la nave reposa sobre su ala izquierda. De hecho, precisamente el grupo Air Force anm/nco/snco de la red social fue el primero en publicar la noticia sobre el incidente.


Según informa el periodista del medio The Drive Tyler Rogoway, el piloto salió de la nave por su propia cuenta y sin sufrir daños. Y agrega que aún se desconoce el alcance de los daños ocasionados al F-22 Raptor.


Rogoway se puso en contacto con el departamento de relaciones públicas de la base aérea ubicada en Alaska, que lo informó de que el accidente ocurrió a la 1:00 hora local del 11 de octubre y se debió a un problema técnico en el tren de aterrizaje. 

El recubrimiento especial para evitar a los radares, los materiales de construcción compuestos y las estructuras únicas del cuerpo del avión pueden elevar mucho los costes de reparación.

Además, considerando que ya hay otros dos F-22 a la espera de ser reparados después de sendos accidentes, este caza será el tercero. Así, Rogoway mencionó el caso de un Raptor que estuvo en conservación durante seis años y no tenía ningún daño previo.

"Las Fuerzas Aéreas de EEUU gastaron 25.000 horas laborales para fletar un avión en perfecto estado y actualizarlo después de estar tirado en un almacén durante seis años", dijo.

Además, en su publicación de Twitter, agregó que hicieron falta 11.000 reparaciones y se tardó 27 meses en ponerlo en marcha, lo cual equivale a 12,5 horas laborales por cada hora de vuelo.

Este incidente es solo uno de varios que ocurrieron con el avanzado caza de quinta generación. Los dos percances de abril son los más recientes de esta serie.


Así, en uno de ellos falló un motor mientras el caza estaba despegandoen la base aérea de Fallon, razón por la cual cayó sobre la pista de aterrizaje y se arrastró sobre 'su barriga'. Según informa el columnista, un accidente similar de 2012 resultó en un coste de reparaciones de 35 millones de dólares que duraron seis años.

Basándose en ciertos indicadores, Rogoway dijo que el accidente se debió al falló de unos de los motores. De hecho, otro accidente en abril ocurrió por una falla total de uno de los motores en pleno vuelo en la base aérea de Tyndall, si bien en aquella ocasión el piloto logró salvar la aeronave.

Además, el periodista destacó que algunos F-22 podrían quedar dañados por el huracán Michael, que golpeó directamente la base aérea de Tyndall, dejando varios hangares y a las aeronaves allí apostadas gravemente dañadas. De hecho, en varias imágenes se puede ver cómo en algunos de estos hangares había unidades de F-22.


El accidente del 11 de octubre ocurrió poco después de que otro caza de quinta generación estadounidense, el F-35B Lightning, se estrellase en Carolina del Sur. Los militares estadounidenses sospechan que el percance pudo ocurrir debido a unos tubos de combustible defectuosos. De ahí que decidieran suspender los vuelos de todos los F-35.

Reuters


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