En el evento, moderado por Fuat Oktay, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Gran Asamblea Nacional de Türkiye, estuvieron presentes el presidente de la Comunidad de Azerbaiyán Occidental, diputado Aziz Alakbarli, el vicepresidente de la Comunidad, diputado Ramil Hasan, el presidente del Comité de Salud de Milli Majlis, el Consejo de Ancianos de la Comunidad de Azerbaiyán Occidental, Ahliman Amiraslanov, el secretario general de la Asamblea Parlamentaria de la Organización de Cooperación Económica del Mar Negro, Asef Hajiyev, así como el presidente del Parlamento Latinoamericano y Caribeño, Rolando González Patricio.
Al llamar la atención sobre los problemas que actualmente ocurren en el mundo, Fuat Oktay afirmó que estos asuntos son cada vez más graves y que las potencias mundiales ahora están indefensas ante ellos. Al destacar la importancia de la diplomacia parlamentaria en los asuntos internacionales, el presidente del comité indicó que el mundo no es unánime sobre lo que ha sucedido en los últimos días y que las organizaciones internacionales, encabezadas por la ONU, están indefensas ante las decisiones unilaterales tomadas en la situación actual.
Tras destacar el problema de la migración en el mundo, Asaf Hajiyev agregó que actualmente 110 millones de personas en la Tierra, o una de cada 70 personas, son refugiados.
Recordó que uno de cada diez azerbaiyanos fue desplazado de su patria como resultado de las reivindicaciones territoriales de Armenia contra las tierras azerbaiyanas en la década de 1990, y enfatizó que a pesar del fin de la guerra, estas personas no pudieron regresar a sus aldeas natales debido a la destrucción causada en las tierras azerbaiyanas, y que tales situaciones ocurrieron en muchos países del mundo, además de Azerbaiyán. Refiriéndose a los trabajos de restauración y reconstrucción que actualmente realiza Azerbaiyán en Karabaj, dijo que el gobierno azerbaiyano destina anualmente entre 4 y 5 mil millones de manats para estas obras, lo que es una cantidad elevada para un país.
En su discurso, Ramil Hasan, quien destacó la diplomacia parlamentaria, afirmó: «Si queremos aprovechar al máximo el potencial de la diplomacia parlamentaria para moldear las realidades posconflicto, como diputados debemos participar activamente en la determinación del futuro de la cuestión entre Azerbaiyán y Armenia. Con la firma del esperado tratado de paz, entramos en una nueva era que exige el restablecimiento de la confianza, la promoción de la paz y el regreso digno de cientos de miles de azerbaiyanos a su país de origen».
Ramil Hasan resaltó que entre 1987 y 1991, aproximadamente 300.000 azerbaiyanos fueron expulsados por la fuerza de Armenia. Su derecho al retorno debe reconocerse como un componente fundamental del proceso de paz en el marco de los derechos humanos internacionales y la protección de las minorías nacionales. La Comunidad de Azerbaiyán Occidental continúa sus actividades en el marco del derecho internacional y con pleno respeto a la integridad territorial de Armenia, así como a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, a fin de proteger los derechos y libertades de estas personas.
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