Las reiteradas denuncias infundadas de Armenia de que el establecimiento del puesto de control fronterizo de Lachin por parte de Azerbaiyán supuestamente bloqueó la carretera, causó problemas humanitarios en la región, creó obstáculos para las actividades del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), así como las denuncias de que este es parte integral de la supuesta “política de limpieza étnica” son intentos de falsear la realidad, dijo la Cancillería en un comunicado.

Es bien sabido que los residentes armenios, el CICR y el contingente ruso de mantenimiento de la paz pasan por el puesto de control de manera transparente y regulada en ambas direcciones, señaló el Ministerio.

“El Reino Unido, miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es muy consciente de los casi 30 años de ocupación de los territorios de Azerbaiyán, las masacres y la política de limpieza étnica seguida por Armenia, así como el hecho de que, contrariamente a las 4 resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, Armenia no puso fin a la ocupación y se negó a retirar sus fuerzas armadas del territorio de Azerbaiyán. Por lo tanto, Armenia debe abandonar sus esfuerzos por engañar a la comunidad internacional con sus narrativas”, dijo el Ministerio.

“Al mismo tiempo, el fomento por parte de Armenia del envío de misiones internacionales al territorio de Azerbaiyán y la obstaculización del diálogo del gobierno de Azerbaiyán con los residentes armenios que viven en la región de Karabaj en Azerbaiyán se considera una injerencia en los asuntos internos de Azerbaiyán. Si Armenia defiende la paz y la tranquilidad en la región, debe poner fin a tales interferencias”, señaló el Ministerio.

“Con respecto a la afirmación de la presencia de prisioneros de guerra armenios en el territorio de Azerbaiyán, cabe señalar que, en muchos casos, Azerbaiyán devolvió unilateralmente a Armenia a los prisioneros de guerra capturados durante la guerra. En cuanto al grupo de militares armenios enviados por Armenia para cometer provocaciones militares en el territorio de Azerbaiyán después de la guerra, los líderes armenios saben que no son prisioneros de guerra. A pesar de que Azerbaiyán, en una muestra de buena voluntad, devolvió a casi la mitad de este grupo a Armenia, Armenia se negó a devolver a 2 militares azerbaiyanos que se extraviaron y pasaron a Armenia a través de un proceso de juicio inventado, socavando así los esfuerzos de fomento de la confianza”, agregó el Ministerio.

El Ministerio llamó a Armenia que se abstenga de una retórica peligrosa que socave el establecimiento de la paz y la seguridad en la región y que cumpla con sus obligaciones en lugar de seguir acusando sin razón a Azerbaiyán y tratando de engañar a la comunidad internacional.

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