l 17 de diciembre de 2022 se firmó en Bucarest un documento histórico entre Azerbaiyán, Georgia, Rumania y Hungría. El Acuerdo "Sobre la asociación estratégica en el campo del desarrollo y transmisión de energía verde" preveía la construcción de una línea eléctrica desde Azerbaiyán a Europa, pasando por el fondo del Mar Negro. Un matiz importante: Estamos hablando de la transferencia de "electricidad verde", es decir, energía procedente de fuentes renovables.

“Este es un proyecto muy ambicioso. El proyecto nos conectará con la región del Caspio tanto para la comunicación digital como para la energía. Al traer electricidad procedente de fuentes renovables a la Unión Europea desde Rumanía y Hungría, este proyecto nos ayudará a reforzar la seguridad del suministro”, afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que participó en la ceremonia.

Este fue un papel completamente nuevo para Azerbaiyán, un productor tradicional de carbohidratos. Por un lado, Azerbaiyán está aumentando paulatinamente su suministro de gas natural al mercado europeo. No obstante, también se abre un nuevo corredor energético: la línea “Electricidad Verde”. ¿Por qué exactamente "verde"?

El punto es que quemar gas natural y comprar electricidad no beneficia a Europa. Pero tampoco es deseable que Azerbaiyán haga esto. Porque Europa está interesada en comprar gas de Azerbaiyán precisamente como gas. Al mismo tiempo, como dijo el experto húngaro MatyasKohan a AzVision.az, existe la necesidad de hacer que el suministro del continente a partir de fuentes de energía alternativas sea más sostenible. En este momento, el potencial de "energía verde" de Azerbaiyán viene al rescate.

El potencial de energía renovable de Azerbaiyán es de 27 gigavatios en tierra y 157 gigavatios en alta mar. Para 2027, se realizarán 4 gigavatios de este potencial. El 80 por ciento se exportará. Pronto ese número aumentará a 25 gigavatios.

Pero cuando se habla de tender un cable desde la costa del Caspio hasta Europa, inevitablemente se nos viene a la mente un pensamiento tan encantador: ¿Por qué solo desde una costa del Caspio? ¡Después de todo, existe un enorme potencial para desarrollar "energía verde" al otro lado del Caspio! Entonces, ¿puede Turkmenistán unirse a los cuatro países y participar en la creación del corredor de "energía verde"?

Esta es una pregunta muy interesante. Pero todavía no hay una respuesta unívoca.

Tierra de sol y viento

Turkmenistán es 5,6 veces más grande que Azerbaiyán. Hasta el 70% de su territorio es desierto. Es decir, aunque no es apto para la agricultura, es un lugar ideal para la producción de energía solar. El número de días soleados supera los 300 al año. Además, la ubicación en la costa del Mar Caspio significa automáticamente que existe potencial para la energía eólica. Pero la realización de este potencial se ha retrasado. Por lo tanto, su potencial aún no ha sido evaluado con precisión. En el futuro surgirá una imagen más clara de sus capacidades.

Turkmenistán tiene muchas reservas de gas y una población pequeña. El país con una población de solo 6 millones satisface completamente sus necesidades energéticas con la producción y exportación de gas. Convertir el gas en electricidad les cuesta 3 veces más barato que las energías alternativas. Por lo tanto, no parece estar muy entusiasmado con el desarrollo de la "energía verde", que es un camino más difícil y costoso.

Además, el país no se ha adherido al Acuerdo de París para reducir su huella de carbono a cero para 2050 (aunque Azerbaiyán firmó este documento en 2016). En otras palabras, no hay interés político en el desarrollo de energías alternativas.

A pesar de todo esto, Ramil Huseyn, director ejecutivo adjunto del Centro de Análisis y Comunicación de Reformas Económicas, dice que es hora de que Turkmenistán forme una visión para el desarrollo de la "energía verde".

El desarrollo de la "energía verde" no es solo una cuestión ecológica y económica, sino también social. Ahora 13 millones de personas en el mundo trabajan en este campo. Según las previsiones, se abrirán muchos puestos de trabajo en el campo de las energías alternativas en un futuro próximo. Turkmenistán puede resolver el problema del empleo de esta manera.

Pero en este momento viene a la agenda el tema del acceso a los mercados energéticos. Porque surge la pregunta  “si se hace la inversión, ¿será posible vender la energía producida?”. La dirección Este no es prometedora desde este punto de vista: la propia China es el país que realiza la mayor inversión en energía alternativa. China y Corea del Sur están implementando muchos megaproyectos en esta dirección. Kazajistán, Uzbekistán, Rusia, Irán y Afganistán no son vistos como compradores potenciales de "electricidad verde". Queda el mercado europeo que siempre necesita y está dispuesto a pagar por las energías renovables. ¿Cuáles son las posibilidades de que Turkmenistán entre allí?

Las preguntas técnicas y políticas

Ha de trazar los cables de energía desde Turkmenistán a Azerbaiyán a través del fondo del mar Caspio a fines de salir al mercado de Europa. No existe ninguna dificultad desde el punto de vista técnico. Islan Shaban, el director del Centro de Investigaciones de Petróleo, recuerda que en 1902, en los tiempos de la entonces Rusia zarista, por primera vez en la historia fueron colocados los cables telegráficos entre el puerto de Krasnovodsk y el de Bakú. Hasta entonces, los cables de este tipo en Europa y América del Norte se habían colocado a través del fondo de los lagos. Esto quiere decir que aún a principios del siglo XX fuimos nosotros que realizamos los proyectos así. 

Si Turkmenistán deja de exportar “la energía verde” a Europa, sería muy útil colocar el cable de Transcaspio. Así, las infraestructuras elécticas de las costas occidental y oriental del mar Caspio serán integradas, no necesitaríamos extraer la electricidad del gas.

Esto quiere decir que si Turkmenistán no desarrolla la energética “verde”, puede convertir su gas en electircidad y venderla a Azerbaiyán. Esto sería un paso grande en nombre de la mejora de ecología de Azerbaiyán y acerca de la desapareción de la huella de carbón.

Según algunos expertos, este proyecto puede chocar con los obstáculos políticos. Pues, fue imposible realizar el Gasoducto transcaspiano por las protestas de Rusia e Irán. En la Convención firmada del 12 de agosto de 2018 acerca del estatu de derecho del mar Caspio se halla un párrafo especial sobre el trazado de los cables magistrales entre las costas occidental y oriental del mar. Se escribe allí que los proyecto así deberían ser aprobados por todos los países del mar Caspio por poder generar los problemas ecológicos. Pero, no se escribe nada sobre la infraestructura de cables, energía eléctica y su transmisión. Porque esto, primero, no puede crear los problemas ecológicos. En segundo lugar, como ya hemos mencionado, a principios del siglo pasado fue colocado un cable a través del fondo del mar Caspio y fue renovado unas veces. Actualmente, se está construyendo un cable óptico Aktau-Bakú.

¿Qué problema, entonces, existe? 

El profesor Chinguíz Ismayilov, Ph.D. en georgrafía, el director de la cátedra “Georgrafía económica y social” de la Universidad Estatal de Bakú,  afirma que aunque falta problema de derecho, Rusia e Irán intentarán crear obstáculos políticos para el proyecto. Turkmenistán, a su vez, no mostrará iniciativa, a pesar de que está interesada en el proyecto por no desear de enfrentarse con estos estados.

Lo que se refiere a la parte del cable que pasa por el fondo del mar Negro, en comparación con el mar Caspio allí surgirán más problemas técnicos. Ya que en una profundidad de más de 80 metros la composición del agua del mar Negro es un ambiente agresivo. Es necesario contar con capas especiales para evitar corrosión, lo que aumenta los gastos. Según las estimaciones previas, se necesita una inversión de dos millares de euros. Los inversores europeos se interesan en esto. Además, las empresas occidentales disponen de mucha experiencia en el trazado de cables a través del fondo del mar. Puesto que no se espera ningún problema en la realización de la parte occidental del proyecto.

 Oriente es un caso delicado

 A pesar de todos los obstáculos, Turkmenistán ya ha roto el hielo de la "energía verde". Actualmente, se está creando un lago artificial llamado Altın-Asır en el norte de Turkmenistán, al este de Garabogaz-gol, en la intersección de las provincias de Balanabad y Tashauz. El llenado completo de este lago se completará en 2025. Además de la recolección de agua de drenaje, allí también se están implementando proyectos relacionados con el desarrollo de "energía verde". Estos proyectos implican la conversión de energía solar y eólica en electricidad.

Pero en el futuro, es posible que Turkmenistán se beneficie de la experiencia de Azerbaiyán. Porque hace 5 años, no se discutió que Azerbaiyán exportaría "energía verde" a Europa. La empresa "Masdar" de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), que invierte en Azerbaiyán, también producirá "energía verde" en Turkmenistán. Es decir, la misma empresa invierte tanto en Azerbaiyán como en Turkmenistán en el campo de la "energía verde". Esto puede acercar nuestra cooperación.

 Turkmenistán actualmente tiene estatus de observador en la Organización de Estados Turcos. Si profundiza la cooperación con la organización y se convierte en miembro de pleno derecho, tendrá un impacto en el desarrollo de la "energía verde". Porque el fuego está incluido en el concepto de visión 2040 de la Organización de Estados Turcos.

 Al conectar toda la región del Caspio con Europa, el corredor de "Energía Verde" abre grandes oportunidades para Turkmenistán. Con esto, Turkmenistán logra algo que no ha podido hacer hasta ahora: el acceso directo al mercado energético europeo. Da un gran paso hacia el futuro de la energía. Tiene la oportunidad de desarrollar relaciones con Europa. Todos estos son objetivos realistas. Queda por mostrar la voluntad.