Según sus palabras, a pesar de la finalización del conflicto de Karabaj, la situación en el Cáucaso Sur está por desarrollarse, ya que la guerra de 44 días conllevó la total alteración de la correlación de fuerzas en la región, lo que no le conviene ni a Rusia, ni a Irán.

Hoy en día, el asunto de Karabaj es la política interior de Azerbaiyán. Cualquier intento de cambiar de situación es una guerra oficial. Es poco probable que Armenia esté lista a un enfrentamiento así aún con el apoyo de las fuerzas exteriores (Rusia, Irán). "Además, se debe acordarse del sistema de seguridad de la ONU, frágil que sea. Conforme al reglamento de la ONU, el país, que libra la guerra, debe ser sometida a unas sanciones durísimas. Cualquier relación comercial y económica debe ser interrumpida en un instante, por eso, la cuestión de Karabaj está cerrada.

En cuanto a la situación en el Cáucaso Sur, volvió a un tiempo de hace 150 años. Turquía extiende su influencia, como había sido antes de la guerra de 1804. Esta situación en el Cáucaso Sur tendrá su continuación en una forma del enfrentamiento económico. Me refiero al asunto con los camiones iraníes y a los ejercicios que realiza Irán en la frontera azerbaiyano-iraní.

"A mi juicio, la tensión entre Bakú y Teherán se va incrementando hasta que no sea conseguido un consenso entre Irán y Turquía, Azerbaiyán y Armenia."

El experto ucraniano cree que la razón real de la agudización de las relaciones está escondida en los recelos de Teherán referente a Azerbaiyán. En Teherán temen que Azerbaiyán del Sur, donde residen más de 25 millones de los azerbaiyanos, se adhiera a la República de Azerbaiyán, en caso del enfrentamiento interior. "Desde mi punto de vista, si Bakú aborda con Teherán el asunto en torno al arreglo de la situación con los azerbaiyanos étnicos, tendrá lugar una dinámica positiva. Ahora bien, hasta que Teherán tenga dudas, seguirá aplicando la política contra Bakú. Para Teherán Armenia es el punto de enfrentamiento.

Rusia garantizaba la apertura del Corredor de Zangazur, como fue escrito en la declaración trilateral, sin embargo, nada sucede, tampoco cumple. Es por eso, a día de hoy, la situación es muy precaria. Armenia intentará retrasar el tiempo de la apertura de este corredor, hasta que Azerbaiyán la arrincone. Si Ereván no quiere abrir el Corredor de Zangazur, Bakú podrá cerrar para los armenios el de Lachin.

El acuerdo de paz no habrá hasta que la Federación de Rusia pretende al Cáucaso Sur, ya que según la doctrina de Putin, Rusia no se acaba en ningún lugar. No les conviene la estabilidad. El principio "divide y reina" es el método favorito de Rusia. 

En mi opinión, las fuerzas de paz rusas logran cumplir su tarea. Sin embargo, Bakú debería elaborar un plan de integración y adaptación de la población armenia de Karabaj en Azerbaiyán. Cuanto antes lo elaboréis, introduzcáis el procedimiento de entrega de tarjetas de identidad y creéis los órganos de dirección leales a Bakú en la región de Karabaj, más rápido se puede plantear el asunto de la ida de los pacificadores. Por el contrario, quedarán allí para mucho tiempo e intentarán implementar las ideas de "la paz rusa". Siempre debéis recordar este mensaje de Rusia.

"Azerbaiyán demostró nuevos métodos de libración de una guerra moderna sin precedentes. Ahora, nos preparamos nosotros a una guerra. Para Ucrania la experiencia militar de Azerbaiyán será útil teniendo en cuenta la elaboración de las operaciones de defensa, ya que nuestra doctrina es defensiva."

AzVision.Es

Etiquetas: