Los casos confirmados de personas con COVID-19 ya son más de 169 millones. Se han producido más de 3,5 millones de muertes, y la vida social y económica de todo el planeta se ha descompaginado por el impacto de la pandemia. A un año y medio de la emergencia sanitaria, aún está vigente el debate de cómo fue que se originó el coronavirus que se detectó primero en pacientes con neumonías en China. Hay coincidencia en la comunidad científica sobre que el virus no fue creado a propósito, pero existe la posibilidad de que haya ocurrido una fuga de un coronavirus que estaba en un laboratorio en China. Hay tres preguntas fundamentales por contestar y para prevenir futuras pandemias.
Hoy la controversia vuelve a girar en torno a los orígenes del coronavirus causante de la pandemia COVID-19 y reaviva el reclamo para determinar su procedencia: ¿tiene origen en la naturaleza o en un laboratorio? El 26 de mayo, el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció que le pidió al sector de inteligencia de su país “que redoblara sus esfuerzos para recopilar y analizar información que pudiera acercarnos a una conclusión definitiva”. Biden solicitó un informe en 90 días.
Además, algunos destacados expertos en virus habían solicitado una investigación abierta y transparente. “Debemos tomarnos en serio las hipótesis sobre las fugas naturales y de laboratorio hasta que tengamos datos suficientes”, escribieron los investigadores el 14 de mayo en la revista Science.
La idea de la fuga en el laboratorio volvió a generar especulaciones. En un artículo del diario The Wall Street Journal del 23 de mayo se afirmó que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan enfermaron con síntomas similares a los del COVID-19 en noviembre de 2019. Todavía se desconoce qué enfermedad -de entre muchas posibles enfermedades respiratorias- tenían esas personas.
El 30 de marzo pasado, un reporte de la Organización Mundial de la Salud había concluido, con anterioridad, que el coronavirus, cuyo nombre científico es SARS-CoV-2, probablemente se había propagado a los humanos desde los animales y no desde un laboratorio. Pero el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, remarcó que la causa del origen del virus está lejos de haber terminado y que todas las hipótesis siguen sobre la mesa.
Aún hay incertidumbre sobre cómo fue realmente el origen de la pandemia. Continúan vigentes al menos tres preguntas para explicar cómo fue que el coronavirus afectó a la población y se propagó por el mundo:
1. ¿Por qué persiste la hipótesis de la fuga del coronavirus desde un laboratorio en China?
Como aún no se sabe de dónde vino el coronavirus, emergen innumerables hipótesis. En este momento, la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que el virus no fue creado en un laboratorio, basándose en los resultados de los estudios genéticos. Pero una hipótesis plausible es que alguien se haya infectado accidentalmente en el laboratorio mientras trabajaba con el propio coronavirus y lo hubiera contagiado a otras personas de la comunidad.
Los accidentes de laboratorio han ocurrido en el pasado, incluyendo algunos incidentes aislados en los que las personas se contagiaron del coronavirus que causó el brote de SARS en 2003 y 2004 mientras lo estudiaban en China. Esos incidentes ocurrieron después de que el virus hubiera dejado de propagarse en comunidades de todo el mundo y el brote hubiera terminado, en gran medida.
Existen antecedentes de que los coronavirus han dado el salto de los animales a los humanos en múltiples ocasiones en las últimas dos décadas. El virus del SARS se propagó a las personas a partir de civetas infectadas con un coronavirus de murciélago. Las civetas son mamíferos carnívoros que se distribuyen ampliamente por la India, el sur de China e Indochina.
El virus MERS sigue propagándose a las personas en Oriente Medio a partir de los camellos. Además, tres niños de Haití se infectaron con un coronavirus de cerdo en 2014 y 2015, según informaron los investigadores en un estudio preliminar en marzo. Y un estudio reciente de Clinical Infectious Diseases informó que ocho personas en Malasia se habían infectado en 2017 y 2018 con un coronavirus similar a uno encontrado en los perros.
Esos dos últimos hallazgos son señales de que los coronavirus pueden saltar a las personas con más frecuencia de lo que se pensaba. Simplemente no se le ponía tanta atención. Los investigadores también han encontrado fragmentos de coronavirus similares al SARS-CoV-2 en murciélagos nativos del sudeste asiático, pero aún no se ha descubierto nada.
2. ¿Qué pruebas se necesitan para demostrar la procedencia del virus?
Encontrar un virus casi idéntico al SARS-CoV-2 en un animal salvaje -ya sean murciélagos u otros animales- sería un gran avance para demostrar que el virus procede de la naturaleza. Pero es una búsqueda difícil que puede llevar años. Y existe la posibilidad de que nunca se lo encuentre.
El virus del Ébola probablemente procede de los murciélagos, por ejemplo. Sin embargo, aunque los investigadores han encontrado fragmentos del virus en los murciélagos, nunca han hallado el modelo genético completo de un virus del ébola de murciélago que sea pariente cercano del que provocó un brote en las personas. Esto, a pesar de décadas de búsqueda.
En cuanto a las pruebas de una fuga de laboratorio, los expertos piden que las agencias de salud pública y los laboratorios de investigación hagan públicos sus registros. Esos registros podrían ayudar a determinar si alguien que trabajaba en el Instituto de Virología de Wuhan hubiera enfermado alguna vez de COVID-19.
En el informe de la OMS se afirma que todos los trabajadores habían dado negativo en las pruebas de anticuerpos. Pero los miembros del equipo no tenían acceso a los datos en su totalidad. Los datos del laboratorio también mostrarían si los virus que se estaban estudiando en el laboratorio eran idénticos al SARS-CoV-2.
Una de las científicas principales del Instituto ha dicho que no se encontró ningún virus de este tipo en sus registros. Pero lo cierto es que ahora los miembros del equipo de la OMS no tuvieron acceso a los registros.
3- ¿Por qué importa que la humanidad conozca cuál fue el origen del coronavirus?
Conocer el origen del coronavirus será un paso para evitar que vuelvan a producirse grandes brotes. Esto es cierto independientemente de la procedencia del virus. Más allá de que el brote haya surgido en la naturaleza o tras un accidente de laboratorio, es probable que el virus proceda originalmente de un animal, ya que los laboratorios suelen recuperar virus de la naturaleza para estudiarlos.
Si se aclara cuál es la amenaza que existe en los animales significa que los investigadores podrían vigilar a los animales o personas de alto riesgo para obtener una alerta temprana. Los expertos de todo el mundo -por ejemplo- vigilan el virus de la gripe en las aves de corral. Se decidió años atrás porque los patos y los pollos pueden ser fuentes de la gripe aviar, que puede ser mortal para las personas. Y también se debería reforzar la bioseguridad de las instituciones que llevan a cabo investigaciones con virus. Las instituciones de investigación tendrán que seguir vigilando de cerca las instalaciones de los laboratorios para asegurarse de que el entorno es lo más seguro posible para las personas que manipulan virus potencialmente letales.
No saber cómo comenzó la pandemia pone al mundo en riesgo de futuros brotes, dijo Peter Hotez, codirector del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas, en una aparición en televisión. “Habrá COVID-26 y COVID-32 a menos que comprendamos completamente los orígenes de COVID-19”, dijo Hotez en Meet the press de NBC.
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