Funcionarios australianos de Defensa están revisando el contrato de arrendamiento del puerto Darwin, ubicado en el Territorio del Norte, a la empresa Landbridge, perteneciente al multimillonario chino Ye Cheng y estudian las posibilidades de obligarla a renunciar a la propiedad por motivos de seguridad nacional, reporta The Sydney Morning Herald.
El acuerdo, firmado en 2015, prevé el alquiler del lugar por 99 años y ha generado controversias en el Gobierno de Australia desde aquel entonces. Ahora, los funcionarios gubernamentales revisan si pueden aplicar a este caso las leyes sobre la infraestructura crítica adoptadas en 2018 para devolver el puerto.
El ministro de Defensa, Peter Dutton, confirmó que el Comité de Seguridad Nacional encargó a su departamento "volver con algún consejo" sobre el asunto y que ese trabajo ya está en curso.
Cuando las autoridades del Territorio del Norte suscribieron el contrato de arrendamiento de 506 millones de dólares australianos (unos 390 millones de dólares estadounidenses, según el cambio actual) con Landbridge hace seis años, le otorgaron a la compañía china el control operacional completo del puerto Darwin y el 80 % de la propiedad de los terrenos e instalaciones del muelle East Arm.
Luego, el Gobierno federal endureció las normas para las inversiones desde el extranjero y exigió que la venta de infraestructuras críticas, como puertos, a empresas privadas primero fuera aprobada por la Junta de Revisión de Inversiones Extranjeras.
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