Irán tensa la cuerda en el reinicio de la negociación nuclear con EE.UU.

  11 Abril 2021    Leído: 967
Irán tensa la cuerda en el reinicio de la negociación nuclear con EE.UU.

24 horas después de concluir la primera ronda de reuniones en Austria, el presidente Hasán Rohani anunció la puesta en marcha de nuevas centrifugadoras que les permitirán enriquecer uranio a mayor velocidad.

La vuelta de Estados Unidos e Irán al acuerdo nuclear firmado en 2015 no será sencilla, pero ambos países han dado esta semana en Viena el primer paso para lograrlo. El camino se presenta largo y cargado de desconfianza, como lo fue la anterior negociación, y cada parte juega sus cartas. A la espera de que Joe Biden levante las sanciones impuestas de manera unilateral por Donald Trump, los iraníes tensan la cuerda y siguen dando pasos que les alejan del texto acordado. 24 horas después de concluir la primera ronda de reuniones en Austria celebraron su Día Nacional de la Tecnología Nuclear y el presidente Hasán Rohani anunció la puesta en marcha de nuevas centrifugadoras que les permitirán enriquecer uranio a mayor velocidad. Se trata de los modelos IR-6 e IR-5, que se encuentran en la planta de Natanz, en el centro del país.

Rohani presentó en una ceremonia ofrecida en directo a la nación «133 avances» realizados por los investigadores iraníes a lo largo del año, cuarenta de ellos vinculados con el enriquecimiento de uranio. El clérigo moderado insistió en el «carácter pacífico» de su programa atómico y dijo que «Occidente no debería estar preocupado, lo que ocurre es que ellos sí han usado esta tecnología de forma inapropiada y piensan que nosotros haremos lo mismo».

Ante la política de presión máxima de Trump, su salida del acuerdo nuclear y la vuelta a las sanciones, los iraníes han respondido alejándose de los puntos acordados en 2015 con una serie de pasos que califican de «reversibles» en cuanto Estados Unidos retire los castigos. Vuelven a producir uranio metal, necesario para producir combustible atómico, pero que también puede emplearse hacer el núcleo de una cabeza nuclear, han comenzado a enriquecer uranio a una pureza del 20 por ciento, muy lejos de 3,67 por ciento permitido, han puesto en marcha centrifugadores de última generación. Teherán también ha impuesto restricciones a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), consecuencia directa de la ley aprobada en el parlamento tras el asesinato en noviembre del científico Mohsen Fakhrizadeh, una operación tras la que los iraníes ven la mano del Mossad.

Vuelta al diálogo
La puesta en marcha de las nuevas centrifugadoras coincidió con el final de la primera semana de reuniones en Viena, que volverán a reanudarse el miércoles bajo la coordinación de la Unión Europea. En la capital austriaca se encuentran todos los representantes del 5+1, grupo formado por Rusia, China, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Alemania, pero los iraníes, dolidos por la salida unilateral de Trump en 2018, se niegan de momento a reunirse cara a cara con los enviados de Biden, así que las delegaciones se encuentran en distintos hoteles.

Mijail Ulianov, enviado ruso, calificó de «satisfactorios» los primeros pasos y el viceministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, indicó que existen «señales» de que Washington revisará su posición y levantará las sanciones que, entre otros problemas, impiden a su país vender petróleo. Javad Zarif, responsable de Exteriores y uno de los artífices de la firma del acuerdo en 2015, insistió en que «Estados Unidos fue quien provocó esta crisis y debe volver primero al pleno cumplimiento. Entonces, Irán corresponderá tras una rápida verificación».

Falta de confianza
Desde la contraparte estadounidense alertaron de que «todo sería mejor» si pudieran sentarse cara a cara con los iraníes, se mostraron dispuestos estudiar el levantamiento de los castigos no relacionados con el acuerdo, pero no ocultaron sus dudas sobre la «seriedad» de Teherán para regresar a los límites aceptados en 2015. Ambos quieren un primer gesto por parte del rival y si este no se produce las conversaciones se encaminan a un punto muerto. Los iraníes en este caso cuentan con la ventaja de que fue Trump quien rompió lo acordado mientras que ellos cumplían el acuerdo, según todos los informes elaborados por los expertos de la AIEA.

El embajador iraní a la AIEA, Kazem Gharibabadi, forma parte del equipo de expertos desplazado a Viena y señaló que para seguir adelante quieren pruebas, no solo palabras, sobre el final de las sanciones. «La república islámica debe se capaz de volver a exportar petróleo y nuestro sector bancario de realizar las transacciones necesarias», concluyó Gharibabadi.

De este acuerdo depende el juego de equilibrios en Oriente Medio. Los aliados de Estados Unidos, como Israel y Arabia Saudí, se oponen abiertamente a la negociación y piden que continúe la política de frentismo impuesta por Trump. Biden, sin embargo, confía en recuperar el acuerdo firmado en la etapa en la que era número dos de Barack Obama para devolver la estabilidad a la región y alejar el riesgo de que los iraníes se armen con la bomba atómica.

abc


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