Irak proclamó su victoria contra el «califato» a finales de 2017, pero la guerra contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) no ha terminado. Una semana después del doble atentado suicida en el centro de Bagdad el que murieron 32 personas y más de cien resultaron heridas, el Gobierno de Irak y la coalición internacional que lidera Estados Unidos anunciaron la muerte de Abu Yaser Al Isaui, el más alto cargo del grupo en el país. Un duro golpe para EI que desde la pérdida del «califato» mantiene su lucha desde la clandestinidad y se muestra especialmente activo en Siria.

«Prometimos y cumplimos», declaró el primer ministro Mostafá Al Kazemi, quien calificó la operación contra de Al Isaui de «respuesta atronadora» al atentado de Bagdad. El dirigente iraquí reiteró que los miembros de este grupo «nunca vivirán en paz» y mostró su intención de «perseguirles hasta los confines de la tierra». El portavoz de la coalición internacional, Wayne Marotto, recurrió a Twitter para confirmar «este golpe significativo a los esfuerzos del EI para resurgir en Irak» y aseguró que «falleció en un bombardeo cerca de Kirkuk (…) en el que murieron diez terroristas». La operación se desarrolló en Wadi Al Shai, al sur de la ciudad petrolera, y las fuerzas iraquíes contaron con la cobertura aérea de Estados Unidos.

Al Isaui era considerado una especie de «califa adjunto», según palabras de Al Kazemi, y fue gobernador de los yihadistas en el norte de Irak. El doble atentado del EI en Bagdad de hace una semana fue reivindicado por Estado Islámico y supuso el primer gran golpe en la capital desde enero de 2018. Los terroristas eligieron la céntrica plaza Tayaran para inmolarse y lo hicieron en dos tiempos para causar el mayor daño posible.

Resurgir de Estado Islámico
El resurgir del EI llegó en mitad de la enésima crisis política tras la decisión de las autoridades de retrasar las elecciones de junio a octubre alegando «falta de tiempo» para organizar los comicios. A la inestabilidad política se le suma la retirada de las fuerzas estadounidenses, que a partir de este mes reducen sus efectivos a 2.500 hombres.

El responsable de lucha contra el terrorismo de Naciones Unidas, Vladimir Voronkov, declaró en verano que el EI había logrado reagruparse «en pequeñas células que operan a los dos lados de la frontera», en Siria e Irak, y que cuentan con al menos 10.000 yihadistas.

abc

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