David Aruquipa y Guido Montaño son dos hombres felices que han hecho historia en Bolivia y se sienten un poco más libres para vivir su amor. La mañana de este viernes, salían del Registro Cívico de La Paz con el documento que les acredita como la primera unión libre del mismo sexo en el país. El proceso ha sido rápido, apenas 15 minutos que han sabido a la más dulce de las victorias. Atrás quedan dos largos años de batalla legal ante las más altas instancias para poder ser reconocidos como pareja con todas las de la ley.
David Aruquipa reconoce que dar el paso fue más un acto de rabia que un gesto romántico. “Tenía que someterme a una operación de riesgo y él [Guido] no podía firmar porque su firma no tenía valor. Tenía que ser la de un familiar, aunque llevamos viviendo juntos más de 10 años. Teníamos que hacer artificios para sacar un préstamo en el banco para comprar nuestro departamento, no podía incluirlo en mi seguro médico… dijimos: Ya basta. No solo es un papel, para nosotros este paso es un cambio en toda la Administración”, reconoce el gestor cultural de 48 años.
Aruquipa y Montaño se conocieron hace más de una década cuando ambos eran funcionarios públicos. “Desde el primer día que nos conocimos empezamos a conversar horas y horas. Casi hasta el amanecer. Desde entonces, no hemos dejado de estar juntos”, cuenta Aruquipa al otro lado del teléfono, minutos después de firmar el acta. Hoy sobran los motivos para celebrar. Su unión sienta un precedente para otras personas de la comunidad LGBT+ en Bolivia que hasta ahora no habían podido formalizar sus relaciones. Con mucha emoción han estado rodeados de amigos, familiares, medios de comunicación y activistas por los derechos LGBT+. Su unión libre tiene la misma validez que un matrimonio cívico. “Me sentí en esos momentos a cámara lenta que salen en las películas”, dice Guido Montaño, de 46 años.
Esta grieta que han conseguido hacer en el sistema administrativo y judicial abre la puerta a que el Tribunal Constitucional del país discuta el caso y reconozca el matrimonio entre personas del mismo sexo como un derecho humano. “La sociedad de Bolivia todavía es muy conservadora, en muchos casos por desconocimiento de las implicancias que tiene la discriminación de la comunidad LGBT+ o por argumentos religiosos”, señala Mónica Bayá, abogada de la pareja y representante de la organización All Out que ha apoyado y dado seguimiento al caso de la pareja. “Todos tenemos los mismos derechos y debemos tener la misma protección, por lo que es probable que esta sentencia sea revisada y se haga extensible el derecho a la unión libre para las parejas del mismo sexo”, apunta Bayá.
Para que la pareja pudiera llegar a este día, se tuvo que tumbar la resolución de 2018 por la que el Registro Cívico de Bolivia (Sereci) se opuso a dar validez a la unión de Aruquipa y Montaño. El Sereci había argumentado que las leyes bolivianas no contemplan la unión entre personas del mismo sexo. Finalmente, un tribunal de primera instancia fallaba en contra de la decisión del Registro Cívico, apoyándose en la Opinión Consultiva número 24 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que señaló en 2017 que “es obligación de los estados reconocer los vínculos familiares de las personas del mismo sexo y protegerlos”.
“Estoy emocionado, feliz y aliviado por llegar al final del trámite. Este es el primer paso, pero hay mucho más que lograr y consolidar empezando por transformar a la sociedad”, declara Montaño que reconoce un aumento de los discursos de odio contra la comunidad de la diversidad. “Solo queremos tener una vida tranquila y ser felices”, dice. La decisión ha generado reacciones tanto de los grupos conservadores como de los defensores de la comunidad LGBT+. “Este precedente fortalece el principio de igualdad ante la ley y permitirá a esta y otras parejas del mismo sexo ejercer sus derechos sin discriminación”, ha afirmado la defensora del pueblo, Nadia Cruz.
En América Latina el matrimonio homosexual es el legal en Argentina, Uruguay, Colombia, Ecuador, Brasil, Costa Rica y algunos Estados de México. Pese a ello, el tema sigue siendo objeto de debate a nivel político, social y religioso. “Creo que hoy Bolivia es un poco más libre. Tenemos que seguir fortaleciendo estos sistemas democráticos y participativos de inclusión en nuestros países”, reconoce David Aruquipa.
elpais
Etiquetas: