La intensa batalla política de los últimos 10 días se ha saldado, momentáneamente, a favor de España, o al menos del Gobierno. La Comisión Europea ha presentado esta mañana las "recomendaciones específicas" sobre el Programa Nacional de Reformas y el Plan de Estabilidad remitidos a Bruselas a finales de abril. Sin embargo, ha decidido posponer hasta julio la publicación de la decisión más polémica y esperada del año, sobre si recomienda o no un procedimiento de infracción con una multa de hasta el 0,2% del PIB a España por incumplir los objetivos de déficit. "En el caso de Portugal y España, la Comisión recomienda al Consejo que recomiende una corrección duradera del déficit excesivo en 2016 y 2017, con las medidas estructurales que sean necesarias y usando todas las ganancias potenciales para reducir el déficit y la deuda. En línea con su deber de monitorizar la implementación del procedimiento de déficit excesivo, según el artículo 126 del Tratado de la UE, la Comisión volverá a analizar la situación de estos dos estados miembros en julios", explica el Ejecutivo.La Comisión, además, ha decidido dar un año adicional tanto a España como a Portugal para bajar del límites del 3% de déficit público fijado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. "La recomendación a España ya no es realista. Por eso proponemos nuevas metas para que corrija su déficit excesivo. Que sean exigentes pero realistas. Hemos decidido que ambos países reciban un año adicional, y sólo uno más. Los esfuerzos deben ser fuertes", ha anunciado el comisario económico, Pierre Moscovici.Los nuevos objetivos son bajar desde el 5,08% de 2015 hasta el 3,7% en 2015 y al 2,5% en 2017.El francés también ha abordado directamente las razones para no pronunciarse sobre la sanción. "Ha habido muchas especulaciones sobre si propondríamos lo que se llama `step up`, un paso más, concluyendo que no se ha tomado acciones correctivas. No es el momento adecuado, económico o político, para dar este paso. Volveremos a verlo a principios de julio", ha señalado. "Hemos emitido recomendaciones específicas pidiendo esfuerzos fiscales adicionales. Un esfuerzo estructural del 0,5% del PIB cada año y esperamos que España se ajuste. Le corresponde a España tomar sus decisiones fiscales", ha añadido el vicepresidente Valdis Dombrovskis al ser preguntado por si el anuncio del presidente de bajar impuestos es sostenible. "Es criticable pero lo cierto es que tras dos reuniones de la Comisión sobre el particular hemos tenido en cuenta en qué momento del ciclo económico estamos. El de hoy es mensaje de respeto vigoroso de las reglas pero también de apoyo al crecimiento con una política ligeramente expansionista. Es cierto que el 26J habrá elecciones en España y no hay un Gobierno que sea capaz de tomar las medidas necesarias. La voluntad absoluta de la Comisión es hacer que se respeten las reglas. Son dos países a los que la crisis ha afectado muy duramente, que tienen un paro altísimo, y que han hecho un gran esfuerzo. Estamos convencidos de que es la decisión correcta", concluyó Moscovici.El Colegio de Comisarios ha debatido esta mañana las recomendaciones y el caso español y portugués, y pese a que los técnicos comunitarios ven clarísimo que España debería ser penalizada no por haberse desviado hasta 9 décimas del objetivo pactado (un 4,2% del PIB) sino por no haber tomado las medidas necesarias para corregirlo. El Gobierno ha usado todos los resortes a su disposición para evitar un castigo muy duro a pocas semanas de las elecciones, pero la decisión, en un sentido u otro, debería llegar antes de verano. El equipo de Jean-Claude Juncker llevaba días tratando de encontrar una fórmula que combine el reproche y el tirón de orejas con evitar la multa, al menos antes del 26 de junio. Porque no quieren asumir el impacto que puede tener en las elecciones y porque creen que tiene poco sentido dejar una herencia de ese calado, con un ajuste adicional de hasta 2.000 millones de euros, a un Gobierno en funciones o a uno recién aterrizado. Por eso la fórmula de ganar algo más de tiempo era para sus asesores la más prudente. El presidente Rajoy ha hecho lo posible, pero el anuncio en la víspera de una nueva bajada de impuestos si logra la reelección ha sentado como una patada. Un desafío abierto e irresponsable, estiman en la Comisión. Los técnicos que siguen la actualidad española han relativizado en numerosas ocasiones el impacto de la rebaja fiscal de 2015 en el desvío, pero partiendo de la base de que sí influyó. Uno nuevo cuando se tiene que hacer un importante ajuste estructural es algo que no entienden.Al retrasar la recomendación a julio ya queda abierto el camino para proponer una multa si España no ha hecho nada creíble y el Eurogrupo se sentirá con mucha más libertad para analizar la situación.
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