Mozart no fue el único músico masón

  03 Mayo 2020    Leído: 885
Mozart no fue el único músico masón

Luis Antonio Muñoz reúne en un libro un puñado de historias que revelan la relación existente entre la música y la magia y lo misterioso.

Que Mozart era masón es algo bien conocido. Pero no lo es tanto que lo fueron Schubert, Sibelius, Liszt e incluso Puccini; o que Satie perteneció a la orden de los Rosacruces. Sabido es también que Hitler sentía devoción por la música de Richard Wagner, pero no tanto que sentía similar admiración por Bruckner y Strauss. El virtuosismo de Nicoló Paganini fue calificado en su época como «diabólico» y. en el siglo pasado, Rosemary Brown escribía música que aseguraba que le dictaban, desde el más allá, compositores como Franz Liszt, Frederic Chopin o el mismísimo Johann Sebastian Bach, La relación de Leonardo Da Vinci con la música está llena de incógnitas, y las canciones de grupos como los Beatles o los Rolling Stones se han analizado en ocasiones desde perspectivas esotéricas.

De todo esto habla Luis Antonio Muñoz (Madrid, 1971) en su libro «Historia oculta de la música» (La esfera de los libros), que se presentó -¡cómo no!- en la sede madrileña de la Gran Logia Simbólica Española. El autor se define como «cantante, multiinstrumentista, compositor, investigador y director musical». Ha participado en treinta proyectos discográficos, ha pertenecido al Coro Nacional de España y al Coro de RTVE, entre otras formaciones, y ha compuesto la música de varios montajes teatrales.

«Siempre he estado convencido de que la música y la magia tienen mucho en común -explica-. Es muy complicado encontrar un solo vestigio de civilización en el que la música, la magia y el misterio no estén unidos. Entre el mundo sobrenatural y el ritmo y la música hay un puente tendido que siempre me ha fascinado». Fruto de esa fascinación; Luis Antonio Muñoz empezó a rastrear bibliotecas, librerías y, claro, páginas de internet -aunque menos-, y a recopilar datos e historias; encontró en el programa «La sinfonía de la mañana», de Radio Clásica, un espacio donde contarlas. Allí le escuchó un día la editora Ymelda Navajo, que se puso en contacto con él y le propuso reunir aquellas historias en un libro. «Hasta la forma en que se ha gestado tiene algo de misterioso», ríe Luis Antonio Muñoz.

«Podemos saber más de los músicos y de sus obras si conocemos sus creencias», justifica el autor, que explica en el prefacio del libro que «Historia oculta de la música» «es un viaje a través de la relación entre música, misterio, magia y esoterismo». A las más de cuatrocientas citas bibliográficas que incluye el libro se unen para aquel que quiera ir más allá de sus páginas, ejemplos sonoros. «Este es un libro que también se escucha -dice Luis Antonio Muñoz-. He creado un canal de YouTube (HistoriaOcultadelaMusica) con vídeos explicativos y ejemplos para que el lector que quiera profundice en lo que está leyendo»,

En los dieciséis capítulos que conforman el libro se traza una historia de la música diferente y, al tiempo, llena de historias. No podía faltar un rincón dedicado a la masonería. «En España hubo, durante el franquismo, más de 86.000 condenas por masonería, cuando había 8.000 masones censados», explica. Es conocida la pertenencia de Mozart a esta hermandad, y su influencia en la ópera «La flauta mágica»; lógicamente, Muñoz aborda este asunto, pero también otras relaciones menos conocidas, como las de Beethoven. «No hay documentación de ninguna logia que certifique la pertenencia a la masonería de Beethoven -explica Luis Antonio Muñoz-, pero sí hay pistas sobre su cercanía, y frases que hacen pensar que pudo pertenecer a alguna logia. Incluso la Novena Sinfonía se podría entender en clave masónica».

Otro capítulo importante es el dedicado a Leonardo da Vinci que, diceMuñoz, «estudió la música como una manifestación del fenómeno físico-acústico, fuertemente relacionada con aspectos mágicos, esotéricos, filosóficos y naturales». El autor cifra en cuarenta los instrumentos diseñados por Leonardo; no hay constancia de que él construyera ninguno, pero más tarde otros sí lo han hecho siguiendo los diseños que se encuentran en distintos códices, entre ellos los de Madrid. El propio Muñoz ha tocado dos de ellos, la Viola organista y la lira de cabeza de caballo.

También aborda el libro la relación del nazismo, la música y el ocultismo. Naturalmente, Wagner tiene una presencia destacada como inspirador de las ideas y la filosofía del führer: «Hitler decidió tras asistir a la ópera «Rienzi» asumir su «misión mesiánica», como explicó el músico August Kubizek, su amigo de juventud. «Me habló de un encargo que recibiría del pueblo para que lo sacara de la esclavitud y lo condujera a la libertad».

«Historia oculta de la música», por fin, está llena de detalles que ayudan, dice su autor, a conocer mejor a los músicos; y concluye con un ejemplo: «Schönberg, padre del dodecafonismo, tenía fobia al número 13. De hecho, le quitó una A a la palabra Aaron en su ópera «Moses und Aron» para que sumara doce letras».

abc


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