No ha innovado. No ha inventado la rueda. No destaca en prácticamente nada. Y, aún así, está llamado a ser un superventas. La decisión de Apple de recuperar y actualizar su iPhone de bajo coste se enmarca dentro de una estrategia comercial presumiblemente rentable de marcado ahorro de costes. El nuevo iPhone SE 2contiene en su interior unas características muy interesantes a pesar de que se mantiene con un diseño heredado de hace tres años.
El terminal, que se lanza el próximo 24 de abril, incluye un microchip A13 Bionic. Es el mismo «cerebro» que mueve el iPhone 11, la gama más actual de la empresa estadounidense que se lanzó en octubre del pasado año. Y eso da buena muestra de la situación: es muy potente. Este modelo viene impulsado por una memoria RAM de 3 GB. Es un dato que no suele facilitar la empresa pero que, como sucede a posteriori, se descubre durante los análisis. En el caso del iPhone 11 este apartado sube a 4 GB, mientras que en los modelos avanzados (iPhone 11 Pro) se dispara hasta los 6 GB, que son unos valores que se sitúan más o menos en la línea de lo aportado por otros rivales en el mismo rango.
El desempeño de los aparatos electrónicos suele venir de la optimización de dos áreas, el hardware y el software. Dos mundos paralelos que deben ir trabajados en línea para exprimir las prestaciones. Apple, en ese sentido, siempre ha querido diferenciarse de su competencia fabricando «smartphones» muy potentes. Aunque el iPhone SE 2 no sorprende en esta materia, la combinación de una RAM aceptable y un chip muy avanzado puede ofrecer un comportamiento equilibrado que se adapte a una gran parte de los consumidores.
A nivel de diseño, ambos terminales apenas se parecen. En los últimos años Apple se puso de cara con la emergente tendencia (ya consolidada) en el mercado que llevó en 2017 con el iPhone X. Su primer modelo sin botón físico que ha servido de inspiración a todos los que han venido después. Un diseño elegante, que sigue dando buenas sensaciones y que parece que todavía no pasa de moda. El iPhone 11 se estilizó pero manteniendo sus líneas generales, con bordes algo más pronunciados que los «Pro». En cambio, vuelve a traer el botón físico como el iPhone 8, de donde hereda su cara exterior. Así que sus 4.7 pulgadas de pantalla parece un producto casi más grande en comparación con las 6.1 del iPhone 11, sin apenas marcos.
El tipo de pantalla es similar. Tanto el iPhone 11 como el iPhone SE 2 apuestan por una superficie LCD IPS que es una tecnología que está muy perfeccionada. No presenta los colores de manera tan intensa y los negros tan profundos como las pantallas de tipo OLED que llevan los móviles más avanzados del mercado pero, a priori, es más que suficiente. También vienen gobernados por la misma versión del sistema operativo, iOS 13, que es la más actual, con lo que el nuevo dispositivo tiene una garantía adicional: al menos están asegurados cinco años de soporte. Y eso es otro aspecto positivo.
Más diferencias se aprecian en la cámara. El iPhone SE alberga una sola cámara de 12 megapíxeles con apertura focal F1.8 a priori muy similar a la que llevó el iPhone XR, un modelo lanzado en 2018 y que fue el más vendido del mundo durante el pasado año. Aunque no tiene una doble lente como el iPhone 11 (dos sensores de 12 megapíxeles en sus cámaras principal y gran angular), el nuevo modelo permite capturar en modo retrato. Es decir, por medio de software y fotografía computacional se puede realizar el sujeto en primer plano y desenfocar el fondo. Habrá que ver los resultados pero pueden ser más que aceptables.
El botón Inicio del iPhone SE alberga el sensor de huellas dactilares Touch ID, pero no sistema de reconocimiento facial por medio de su tecnología propietaria FaceID. Una gran diferencia, en cambio, se encuentra en su autonomía. Aunque todavía falta por confirmar, los números pueden reducir la euforia inicial. El terminal incluye una batería de solo 1.821 mAh, mientras que el iPhone 11 alcanza 3.110 mAh. Habrá que verlo. Tampoco tienen clavijas para auriculares, aunque es posible que la mayoría de consumidores ya se hayan adaptado a las circunstancias. Pero lo que más puede atraer a los consumidores es, sin duda, su precio. En España partirá de 489 euros con 64 GB de memoria (659 euros con capacidad de 256 GB) mientras que el iPhone 11 empieza en 809 euros con la misma configuración.
abc
Etiquetas: