Wall Street y los mercados europeos esquivan el desplome de la bolsa china

  04 Febrero 2020    Leído: 906
Wall Street y los mercados europeos esquivan el desplome de la bolsa china

Shanghai marca su mayor caída desde el 2015 pese a la intervención del banco central.

“¿Cuántas pandemias has vivido?”, bromeaba hace unos días un veterano operador bursátil en Barcelona, muy confiado al preguntarle sobre el coronavirus. Porque él, que ha vivido unas cuantas, es de la opinión que con el tiempo, después del bajón inicial, los mercados acostumbran a metabolizar y a pasar página.

Aún es pronto para saber si ha llegado ese momento, pero el hecho es que las bolsas ayer tuvieron un comportamiento dual: mal las de Asia y bien las otras.

El mayor resbalón se produjo en China, donde las plazas principales cayeron casi un 8% en el primer día de apertura después de quince días de cierre vacacional tras el estallido de la emergencia sanitaria del coronavirus. Se vivió un auténtico lunes negro en las bolsas de Shanghai y Shenzhen, cuyos índices referenciales cayeron un 7,72 % y un 8,45%, respectivamente. Fue el mayor desplome en los dos principales mercados de la China continental desde el 2015. Es lo que en la jerga bursátil algunos llaman psicotrading , operaciones dictadas
por situaciones económicas, pero también emocionales. No hay que olvidar que la bolsa china suele ser mucho más volátil que el promedio de los mercados, con un fuerte componente especulativo.

Llama la atención que el retroceso se produjera pese a la intervención del Banco Popular de China, que la madrugada del lunes anunció una megainyección de liquidez de 1,2 billones de yuanes (154.477 millones de euros) para calmar los ánimos. Y las cosas hubieran podido ir a peor si no fuera porque el regulador chino no permite que ningún título varíe más de un 10% en una sola jornada. De hecho, uno de cada cinco títulos chinos ayer fue suspendido por exceso de rebaja.

Fuera de China, el resto de bolsas asiáticas también se tiñeron de rojo. El índice Nikkei de Japón tocó su mínimo en tres meses.

Sin embargo, tanto Wall Street como los mercados europeos aguantaron el tirón y fueron inmunes al contagio (bursátil).

Una muestra de fortaleza ayudada también por el calendario, porque el parquet chino, al estar cerrado, se había ahorrado el pánico de los últimos días, mientras el resto de los mercados ya lo hizo la pasada semana: el Dow Jones acabó el mes de enero en negativo y el viernes cerró su peor semana en cuatro meses ante la incertidumbre causada por el virus.

En cambio, ayer muchos inversores estadounidenses y europeos aprovecharon la ocasión para comprar a precios más bajos tras una ola de datos empresariales positivos y aparcaron el tema vírico por unas horas. “La gente sólo está viendo esto como una oportunidad para intervenir y comprar un poco”, admitía a Reuters Robert Pavlik, de Slate Stone Wealth en Nueva York.

“Con el pasar de los días los inversores en Wall Street y Europa parecen haberse hecho a la idea de que, en términos de PIB, el impacto del coronavirus en la economía global sí que puede llegar a ser superior al del SARS en el 2003, también debido al tamaño actual de la economía china”, reflexiona el profesor de bolsa de EAE Business School y asesor de GVC Gaesco Borja Ribera.

“Pero –añade–al mismo tiempo, en un contexto en que la volatilidad en las bolsas ha aumentado en los últimos días un 20% y se sobredimensionan eventos con un impacto mediático muy fuerte, los operadores ahora ya se han acostumbrado a vivir con este factor y pueden aprovechar momentos puntuales para recuperar posiciones y comprar más barato, con la vista en los resultados empresariales u otros indicadores”.

Así el índice Ibex consiguió ayer recuperar los 9.400 puntos, que se considera como importante soporte técnico gracias a una subida del 0,4%. Las bolsas europeas dejaron atrás su peor semana de los últimos seis meses, con el índice European Stoxx 600 ganando unas décimas tras conocerse unos datos del índice de gestores de compra en Europa (PMI) mejores de lo esperado en varios países.

En EE.UU., las tecnológicas del Nasdaq vivieron una jornada de alto voltaje, con Tesla, que se apreció un 11% gracias a los beneficios de su planta de baterías con Panasonic, llevando su capitalización bursátil a más del doble que la de General Motors. También fueron premiados valores como Alphabet tras la presentación de sus resultados; Nike, que obtuvo una recomendación favorable de un banco de inversión, y Amazon, que negocia con Goldman Sachs la posibilidad de ofrecer servicios financieros.

Y cuando los pesos pesados suben, todos los inversores se sienten más seguros. Y eso que muchos de ellos ya tienen a sus espaldas unas cuantas pandemias.

lavanguardia


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