Superando posibles roces entre sí, Elon Musk, fundador y director general de la compañía aeroespacial SpaceX, y Jim Bridenstine, administrador de la NASA, aseguraron este jueves que su asociación para llevar astronautas al espacio desde suelo estadounidense sigue en marcha y podría concretarse para inicios del 2020.
Brindenstine llegó a las instalaciones de la empresa en California (EE.UU.) algunos días después de haber criticado abiertamente a Musk por los contratiempos en el desarrollo y entrega de la cápsula Crew Dragon, que SpaceX desarrolla para la NASA, mientras se enfoca en el avance de la nave Starship, con la que planea llevar humanos a Marte. Este altercado habría sugerido una fricción entre ambas entidades.
"Elon y yo estamos totalmente de acuerdo en esto: que lo único que tenemos en desarrollo y que es de máxima prioridad es lanzar astronautas estadounidenses en cohetes estadounidenses desde tierra estadounidense", dijo Bridenstine durante su visita a la compañía.
Juntos advirtieron que aún hay trabajo crítico por hacer, pero, sin embargo, se mostraron seguros de que habrá un pronto lanzamiento. "Si todo sale según lo planeado, sería en el primer trimestre del próximo año", dijo el administrador de la NASA.
SpaceX es una de las dos compañías que desarrollan vehículos para la agencia espacial en el marco del programa 'Commercial Crew' ('Tripulación Comercial'), con los que EE.UU. planea reactivar su programa de transbordadores espaciales (cerrado en el 2011).
La NASA actualmente envía sus tripulaciones a la Estación Espacial Internacional (EEI) en el cohete ruso Soyuz, lo que le supone un gasto de 85 millones de dólares por asiento.