La Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa (DSCA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) informó, en un comunicado emitido el martes, que había dado el visto bueno a que dos de los principales contratistas de este órgano suministren hasta 73 lotes de sistemas interceptores de misiles tipo RIM-161 Standard Missile 3 (SM-3) y MK 29 a Japón.
En la nota se especifica que los misiles están diseñados para ser disparados desde el sistema Aegis, montado a bordo de buques, con el objetivo de interceptar misiles balísticos entrantes.
“Esta venta aprobada apoyará la política exterior y la seguridad nacional de los Estados Unidos al mejorar la seguridad de un importante aliado que es una fuerza para la estabilidad política y el progreso económico en la región de Asia y el Pacífico”, recoge el texto del Pentágono.
La venta se concreta en momentos en que Corea del Norte está poniendo a prueba sus capacidades disuasivas con misiles, demostrando, de este modo, en los últimos dos años la capacidad de lanzar misiles balísticos de mediano y largo alcance, ante las amenazas interminables de maniobras militares conjuntas de EE.UU. y Corea del Sur en la región.
Este mes de agosto, Pyongyang ha llevado a cabo siete pruebas de nuevos misiles balísticos de corto alcance, al menos uno de los cuales voló lo suficientemente lejos como para llegar a Japón, y Washington ha usado este pretexto para lucrarse y llenar sus arcas públicas por la suculenta venta de armas a los nipones.
La escalada de tensión en la península coreana se ha acrecentado de nuevo luego de que se disiparan las esperanzas de que las conversaciones sobre desnuclearización de Corea del Norte se reanudarían pronto.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, se reunió con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en dos ocasiones; la primera cumbre, histórica en su tipo, se celebró en junio de 2018, en Singapur, donde las partes acordaron una completa desnuclearización de la península, a cambio del cese de las maniobras anuales conjuntas.
Sin embargo, los diálogos del desarme nuclear cesaron tras la segunda cumbre que se celebró en febrero, en Vietnam y terminó sin resultados. Pyongyang solicitaba el levantamiento de sanciones de EE.UU., a cambio del desmantelamiento de la planta nuclear Yongbyon. Washington, empero, exigía, a su vez, la total desnuclearización.
HispanTV
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