Un juez del Tribunal de Sentencia de Cojutepeque (centro de El Salvador) ha absuelto este lunes a Evelyn Hernández, la mujer de 21 años que fue condenada a 30 años de prisión por el delito de homicidio agravado tras sufrir un parto extrahospitalario en el que murió el feto. El embarazo de Hernández fue fruto de una violación continuada que nunca denunció ya que estaba amenazada por el agresor.
“Gracias a Dios se hizo justicia”, dijo Hernández tras salir de los juzgados y ser recibida con una ovación por decenas de personas que se reunieron a esperar la sentencia. “Le agradezco a todos los países que estuvieron pendientes. Le agradezco a mi madre por acompañarme siempre, porque sé que este tiempo ha sido duro, que tenía que ver como me acusaban de algo de lo que soy inocente”. La mujer también mencionó, muy conmovida, a las salvadoreñas que han sido condenadas por la justicia de su país. “Hay otras muchas que están adentro y espero que se haga justicia para que pronto salgan”.
La joven dio a luz el 6 de abril de 2016 en una comunidad rural de la provincia central de Cuscatlán. Sintió dolores abdominales y fue a la letrina de su casa, donde sufrió una hemorragia y se desmayó. Había sufrido abusos sexuales durante meses, pero nunca denunció a su violador porque la había amenazado con matar a su madre. Tampoco sabía que estaba encinta, por lo que su defensa alega que ella había tenido un embarazo asintomático. Su madre la llevó a un hospital local, donde los médicos determinaron que la mujer había abortado. Entonces comenzó su calvario, detención y juicio mediante, que ha concluido con la sentencia de este lunes.
Un magistrado condenó a Hernández en 2017 a tres décadas de prisión, pero la Corte Suprema del país centroamericano anuló la sentencia el año pasado y ordenó que se realizara un nuevo juicio. A pesar de ese fallo estuvo en prisión durante 33 meses, hasta que un tribunal local decretó en febrero su salida del penal de la capital, San Salvador. La autopsia practicada al cuerpo de 32 semanas de gestación estableció que falleció a causa de una “neumonía aspirativa”. Los letrados de Hernández alegaron que nació muerto. Elizabeth Deras, una de las abogadas defensoras, dijo que “la Fiscalía no tenía respaldos para sustentar su acusación". La institución pedía 40 años de prisión, pero el juez determinó este lunes que Hernández quede definitivamente en libertad.
El fallo ha mantenido en vilo al país centroamericano, donde Hernández se había convertido en el símbolo de la lucha de organizaciones de mujeres que exigen una reforma de las severas leyes contra el abortovigentes desde 1998, que fijan condenas de hasta 40 años de cárcel. En estas más de dos décadas, 16 mujeres salvadoreñas han sido encarceladas acusadas por las autoridades por delitos relacionados al aborto. “Esta es una victoria rotunda para los derechos de las mujeres en El Salvador. Reafirma que ninguna mujer debe ser acusada injustamente de homicidio por el simple hecho de sufrir una emergencia obstétrica”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
"América Latina será libre y feminista"
Las organizaciones feministas reaccionaron con júbilo a la publicación del fallo, ya que esperan que la resolución de libertad para Hernández pueda sentar un precedente que ayude a cambiar la legislación actual en un país con un sistema judicial que Morena Herrea —activista de este movimiento y exguerrillera delFMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional)— cataloga de "fundamentalista". En El Salvador, subraya, se trata con saña a las mujeres que optan por abortar: "No comprenden que muchas veces sufrimos emergencias obstétricas; su única respuesta es la criminalización”.
Este lunes, decenas de mujeres se habían trasladado a los tribunales de Ciudad Delgado para seguir el fallo. El ambiente era festivo, pese al temor de que se produjese un fallo en el sentido contrario. El grupo portaba carteles con leyendas que exigían libertad para Hernández y vestía camisetas alusivas a las mujeres encarceladas. "Abajo el patriarcado. Se va a caer, se va a caer", cantaban. "América Latina será libre y feminista". Pese a la incertidumbre, la joven se mostraba tranquila, arropada por el equipo jurídico que la ha acompañado a lo largo del proceso.
La mayoría de mujeres condenadas o sometidas a juicio en el marco de las leyes salvadoreñas contra el aborto son pobres y analfabetas, según las asociaciones de defensa de los derechos de la mujer en el país centroamericano. Muchas víctimas de violencia sexual no tienen, además, acceso a servicios sanitarios y sufren en primera persona la violencia de pandillas que ha desangrado El Salvador. Cuando estas mujeres tienen complicaciones en sus embarazos, sufren partos extrahospitalarios o abortos espontáneos tienen miedo de acudir a un centro médico: es el personal de salud que avisa a la policía, que las detiene y las remite al sistema judicial. Organizaciones feministas salvadoreños contabilizan 49 condenas contra mujeres entre 2000 y 2014 y las autoridades han denunciado a 250 en total.
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