Los manifestantes marcharon a la residencia del gobernador en San Juan, portando banderas puertorriqueñas y cantando demandas.
Sin embargo, según las estimaciones de la agencia AP, la participación estuvo muy por debajo de los 100.000 que habían esperado los oponentes de Rosselló.
Tal y como se esperaba, los cantantes Ricky Martin y Residente encabezaron la marcha. Se subieron al techo de un coche e inspiraron a la gente desde allí.
La Policía erigió barricadas de concreto en las calles, mientras que los dueños de las tiendas cubrieron las ventanas de sus establecimientos con láminas de metal o madera contrachapada como si fuera un huracán.
Muchos manifestantes de mayor edad se fueron a sus casas antes del anochecer, lo que disminuyó aún más la participación.
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