Gambarin explicó en una entrevista con Sputnik por qué decidió representar a este príncipe de la Rusia Antigua canonizado como un santo por haber convertido a Rusia al cristianismo.
"A ambos les une el nombre que tienen. Putin, en la primera audiencia con el pontífice Francisco en 2013, le regaló un icono de la Virgen de Vladímir, por mi parte quise hacerle a Putin un obsequio similar, dedicarle una imagen del príncipe Vladímir, uno de los santos más venerados en Rusia", dijo.
Por falta de las imágenes históricas del príncipe Vladímir, el artista representó su rostro orientándose al del monumento a este santo erigido hace poco en Moscú.
Creó el retrato en un campo de trigo cosechado, de unos 200 metros de largo y unos 24.000 metros cuadrados en total.
El príncipe aparece con barba espesa, lleva un yelmo con remate en forma de la cruz ortodoxa, al pie del retrato está escrito en ruso "San Vladímir".
Esta obra será una de las más grandes que ha creado Gambarin, en cuya "cartera" ya figuran retratos "campestres" del papa Francisco, Leonardo da Vinci, Fidel Castro, Barak Obama, Donald Trump y Xi Jinping y también uno del líder ruso, a quien este entusiasta italiano dibujó por primera vez en verano de 2017, en vísperas de la cumbre del G20 de Hamburgo.
En esta ocasión las condiciones del trabajo eran insoportables por el calor de casi 40 grados.
"Mi tractor, que pronto cumplirá 50 años, no tiene aire acondicionado, en su cabina el calor es aún más sofocante por el funcionamiento del motor, tomé más de dos litros de agua en una hora y media. Además no puedo equivocarme ni por un metro, porque será imposible corregirlo", reveló el hombre.
También señaló que sus dibujos de campo son ecológicos al máximo, el área que ocupan se vuelve a arar y sembrar al cabo de una semana.
Gambarin es abogado y psicoterapeuta, además pinta cuadros de verdad y como un aficionado dirige una pequeña orquesta.
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