El gigante tecnológico Apple urge al gobierno de EE.UU. a no seguir adelante con la imposición de aranceles del 25 % a las mercancías chinas, que incluyen los iPhone y otros productos de la compañía fabricados en el país asiático.
En una carta dirigida al representante comercial norteamericano, la empresa ha señalado que estas tarifas dañan su competitividad y disminuyen su contribución a la economía estadounidense.
El mensaje también destaca que Apple es el contribuyente corporativo más grande de EE.UU. Incluso, en 2018, se comprometió a pagar más de 350.000 millones de dólares al país durante cinco años. No obstante, la ofensiva de Washington contra Pekín perjudicaría dicha contribución, ayudando a la vez a los competidores globales de Apple.
Por otra parte, la empresa considera reubicar algunas de sus fábricas fuera de China. Así, Apple ha solicitado a sus mayores proveedores evaluar los potenciales costos del traslado a otros países de entre el 15 % y el 30 % de su capacidad de producción.
La compañía cofundada por Steve Jobs emplea directamente unas 10.000 personas en China, pero según datos disponibles públicamente son cerca de cinco millones de puestos de trabajo los que dependen de la presencia de Apple en la nación asiática.
RT