En un momento de tensión, el automóvil se convierte en un submarino, lo que permite que el héroe salga del agua sin despeinarse.
Resulta que Elon Musk, aparentemente no contento con su apodo del 'Iron Man de la vida real', también tiene su propio modelo de auto submarino en el cuartel general de Tesla.
Durante la reunión de accionista anual celebrada en Mountain View, California, uno de los accionistas le preguntó a Musk si Tesla había considerado fabricar un automóvil acuático que pudiera viajar por carreteras y convertirse en un submarino.
Resulta que, de hecho, la compañía de vehículos eléctricos tiene ya un diseño inspirado en el coche submarino Lotus Esprit de James Bond protagonizado por Roger Moore en 'La espía que me amó'.
Musk señaló que es técnicamente factible hacer una versión para la venta al público, aunque dijo que "el mercado para esto sería pequeño, pequeño pero entusiasta" y declaró que la "rentabilidad es siempre un desafío".
Este proyecto se une a los muchos que tiene el empresario entre los que se encuentran Space X, Tesla y The Boring Company. El magnate sudafricano admitió que hacer un vehículo submarino al estilo Bond lo distraería de sus otros trabajos, aunque dejó abierta la posibilidad de que Tesla algún día pudiera llegar a fabricar un automóvil de exhibición.
El encuentro con los accionistas se produce en un momento delicado para la compañía, que se hunde un 34,7% en Wall Street en lo que va de año hasta los 217,10 dólares por título.
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