La caravana de migrantes, que incluía a muchas mujeres y niños, partió temprano de Ciudad Hidalgo, en la frontera entre México y Guatemala, y se dirigió a Tapachula. La policía local y estatal escoltó a la caravana.
Las autoridades cerraron la carretera cerca del municipio de Metapa, ubicado a unos 18 kilómetros (11 millas) de Tapachula.
Los agentes, que no estaban armados, forcejearon con algunos migrantes que se resistieron, pero la mayoría cumplió las órdenes y abordó los autobuses o las camionetas de la agencia de migración. Unos migrantes se desmayaron y cayeron al suelo. Un joven que se desvaneció fue trasladado para recibir atención médica.
Algunos padres de familia se sentaron sobre el pavimento con sus niños, llorando y rogando a las autoridades de México que no se los llevaran. Otros saltaron unos cercos de alambre y corrieron hacia el espeso bosque junto a la carretera.
Un funcionario de inmigración en el lugar, que no estaba autorizado para hablar públicamente y pidió el anonimato, dijo que en un principio los migrantes serían llevados a un centro de detención de inmigración en Tapachula.
MundoHispanico
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