Por la mañana, Vucic había ordenado poner el Ejército nacional en estado de alerta máxima después de que efectivos de ROSU (por las siglas en inglés de unidades regionales de apoyo operacional de Kosovo) entraran en las cuatro municipalidades serbias de Kosovo y Metohija para realizar detenciones de varios policías y civiles.
"Entraron en el norte de Kosovo y Metohija con 73 vehículos, en su mayoría blindados; otros 50 esperan en el sur de Kosovska Mitrovica y 15 más, en Srbica. Hay información sobre 23 serbios detenidos", afirmó Vucic durante una intervención en el Parlamento.
El mandatario mencionó también la detención de un nacional de Rusia, un empleado de la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo [Minuk], Mijaíl Krasnoshénkov".
Un portavoz de la embajada rusa dijo a Sputnik que por el momento "no hay información exhaustiva" y "se están averiguando las circunstancias".
Previamente, los medios serbios informaron de 13 detenidos en Kosovo y Metohija, la provincia del sur de Serbia que en febrero de 2008 declaró unilateralmente su independencia.
La Policía de Kosovo, por su parte, justificó la operación por "sospechas motivadas" de que algunos agentes de policía y civiles estaban implicados en "la organización de un grupo criminal".
La fuerza multinacional liderada por la OTAN que se desplegó en Kosovo en 1999, KFOR (por el acrónimo en inglés de Kosovo Force), comunicó que la policía kosovar está "realizando una operación policial en todo Kosovo, tras las órdenes de detención emitidas por el Tribunal de Pristina en relación con una investigación sobre corrupción".
"La KFOR confirma que solo es una operación policial y que no se ha desplegado ninguna Fuerza de Seguridad de Kosovo ni ninguna otra fuerza militar al Norte de Kosovo", anunció en un comunicado.
Debido a la sensibilidad política del momento, el comandante de la KFOR, mayor general Lorenzo D'Addario, invita a todas las partes a resolver las disputas de manera pacífica y responsable, sin ejercer el uso de la fuerza o la violencia.
"La gente debería estar tranquila, no tienen nada que temer", dice el comunicado y añade que la KFOR continúa monitoreando la situación y está lista para intervenir [...] para garantizar la seguridad de todas las comunidades de acuerdo con su mandato bajo la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas".
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