ACH alerta de una inminente crisis alimentaria entre Mauritania y Senegal para 900.000 personas

  23 Mayo 2019    Leído: 650
  ACH alerta de una inminente crisis alimentaria entre Mauritania y Senegal para 900.000 personas

Unas 900.000 personas que residen en la zona fronteriza entre Mauritania y Senegal se enfrentan a una inminente crisis alimentaria durante la llamada 'estación del hambre' que va de junio a septiembre debido a la escasez de pastos en la región, según ha alertado Acción contra el Hambre (ACH).

En el caso de Mauritania, donde este año es estima que más de 31.000 niños sufrirán desnutrición severa --un 40 por ciento más que la media de los últimos cinco años--, habrá casi 600.000 personas en esta situación mientras que en Senegal otras 340.000 tendrán problemas para garantizar su sustento, ha precisado la ONG.

Según sus previsiones, la zona fronteriza ente los dos países registrará la mayor escasez de pastos de todo el Sahel, siendo este un recurso crucial para una población altamente dependiente del pastoreo de vacas, camellos y cabras y de la agricultura de subsistencia en las escasas tierras fértiles de Mauritania, en las riberas del río Senegal.

"Ya en marzo, durante el periodo de cosecha, empezaron a registrarse tensiones entre pastores y agricultores", explica el coordinador de seguridad alimentaria y medios de vida de ACH en Mauritania, Mohamed Ould Dah. "Los primeros habían iniciado una trashumancia precoz que afectó a los cultivos justo antes de la cosecha, una competencia que continúa por los puntos de agua en la zona", precisa. Además, el precio del forraje ha empezado a dispararse.

En opinión de Manuel Sánchez-Montero, director de incidencia política de Acción contra el Hambre, "la competencia creciente por unos recursos naturales cada vez más escasos hace necesaria una gestión colectiva, y a veces transfronteriza, que refuerce el contrato social y prevenga la tensión entre las poblaciones".

"La estabilidad no solo en esta zona, sino en toda la región, necesita el refuerzo de la gobernabilidad y el desarrollo a través de programas públicos que mejoren el acceso a la seguridad alimentaria y los medios de vida", defiende el responsable de la ONG.

La situación está teniendo un "costo humano" en la población pero "lo dramático", lamenta la directora de ACH en Mauritania, Elena Vicario, es que se trata de "crisis perfectamente anticipadas pero para las que suele darse una respuesta tardía e insuficiente, que se centra en mitigar la emergencia en lugar de preparar a la población para reforzar su resiliencia y capacidad de adaptación a sequías prolongadas".

En este sentido, Acción contra el Hambre está trabajando en una respuesta de medio y largo plazo basada en la agroecología, que prioriza la conservación del agua y del suelo, la regeneración natural asistida, el apoyo al cultivo de cereales locales y la gestión compartida de recursos naturales entre agricultores y pastores.

Además, ha explicado la ONG en un comunicado, está preparando un plan de contingencia que priorizará la distribución de dinero entre las familias más vulnerables para que puedan comprar alimentos, la distribución de harinas nutricionales a niños y niñas menores de dos años y distribución masiva de forraje.

Por otra parte, ACH está tratando de contener las posibles tensiones entre agricultores y pastores en muchos de sus programas mediante la delimitación con vallas y alambradas de los campos de cultivo.

"Estamos trabajando además con las comunidades para promover una gestión integrada de los recursos naturales cada vez más escasos que haga compatibles los dos medios de vida", explica Ould Dah, que considera que "sigue siendo necesaria la delimitación y materialización en el futuro de cañadas de trashumancia".


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