"Si las nuevas autoridades de Kiev, a diferencia de las anteriores, realmente desean cumplir los acuerdos de Minsk, solo podemos saludar ese propósito, pero por el momento no vemos ningún cambio real", dijo el funcionario.
Grizlov destacó que las autoridades de Ucrania siguen manteniendo en prisión "a las personas que prometieron liberar y entregar a Donbás desde diciembre de 2017".
"Kiev, de hecho, mantiene a las personas en calidad de rehenes, una de ellas murió, fue asesinada cuando estaba en cautiverio, y la vida de los demás, según los datos que tenemos, sigue corriendo peligro", denunció el representante ruso.
Para Grizlov, fue Kiev el que bloqueó el diálogo dedicado al canje de prisioneros.
"Si el nuevo Gobierno quiere desbloquear esa labor humanitaria, debe liberar a aquellos presos que había prometido poner en libertad", resaltó.
El funcionario ruso indicó además que, a pesar de que en Ucrania acaba de asumir sus funciones el nuevo presidente y los representantes de la delegación de ese país en el Grupo de Contacto dimitieron, "Kiev tuvo tiempo para prepararse, y ya se escucharon declaraciones sobre el diálogo con Donbás".
"Los participantes del Grupo de Contacto aceptaron brindarle a Kiev un tiempo adicional razonable, pero ya ahora, antes del encuentro del grupo, el nuevo presidente de Ucrania puede utilizar sus poderes para ponerle fin a los bombardeos y las provocaciones armadas por parte del Ejército ucraniano", aseguró Grizlov.
Según el representante de Moscú, para eso es suficiente que dé la orden de cese del fuego a sus Fuerzas Armadas.
"Desgraciadamente, la víspera del cambio de Gobierno en Kiev los sucesos tomaron un rumbo totalmente contrario", resaltó, agregando que los militares aumentaron los ataques contra objetivos civiles en Donbás, algo que quedó reflejado en los informes de la misión especial de la OSCE.
Sputnik
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