En una rueda de prensa Al Jubeir, citado por la Cancillería saudí, acusó a Teherán de injerirse mediante actividades de espionaje en los asuntos domésticos de los países de la región con el fin de alterar la seguridad y la estabilidad.
"Arabia Saudita no busca guerra en la región, no pretende iniciarla y hará todo lo posible para evitarla, pero si otra parte opta por una guerra, el reino responderá con toda la fuerza y firmeza", dijo.
El canciller saudí llamó a la comunidad internacional a "adoptar una postura firme respecto al régimen iraní para prohibirle sembrar destrucción y caos en el mundo".
El martes los rebeldes hutíes en Yemen atacaron dos plantas de bombeo de petróleo de Arabia Saudí, ubicadas cerca de Riad.
Las autoridades saudíes aseguraron que Teherán está detrás de ese ataque, alegando que los hutíes son "parte indivisible de la Guardia Revolucionaria de Irán".
La Cancillería iraní desmintió esta acusación.
El rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz, convocó para el próximo 30 de mayo una cumbre urgente de países árabes en Meca para debatir la situación en torno a Irán.
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