Cientos de seguidores del clérigo chií Moqtada al Sadr atacaron centros comerciales propiedad de ex altos cargos que habían sido cesados por supuesta corrupción. Los guardias de los centros dispararon contra los manifestantes, según testigos que han confirmado el arresto de estos agentes.
Las protestas se han extendido también a otras zonas de Irak, entre ellas la provincia de Karbala, y las autoridades han ordenado un aumento de los despliegues de seguridad para intentar prevenir nuevos conatos de violencia.
Al Sadr se ha quejado públicamente de la corrupción imperante en Irak y ha pedido a sus seguidores que protesten junto a las empresas vinculadas a funcionarios sospechosos. La alianza política del clérigo logró más escaños que ningún otro grupo en las elecciones parlamentarias de 2018.
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