Los hombres se detuvieron a tomar un descanso y fue entonces cuando el osito se acercó a su camioneta y se robó el frigorífico en cuestión de segundos.
Pese a que los cazadores intentaron asustar al animal efectuando varios disparos al aire, el ladroncito se escapó del lugar.
Los chóferes locales suelen alimentar al oso, que vive cerca de la carretera, de modo que ya no tiene miedo a los humanos.
Sputnik