Apple no está atravesando por sus mejores momentos. La compañía lleva meses en tan mala racha que se ha vuelto a notar en sus últimos resultados financieros, correspondientes a su primer semestre del año. Sus beneficios bajaron un 7 % lastrados por la caída en las ventas del iPhone. Su producto estrella ya no es el que era a causa de la saturación del mercado y de la desaceleración en China.
Por ello, la compañía intenta reinventarse a través de una nueva estrategia que aún tardará tiempo en dar sus frutos. Fue el pasado 25 de marzo cuando los de Cupertino presentaron sus nuevos servicios por suscripción para tres áreas distintas: televisión (Apple TV+ y Apple TV Channels), noticias (News+) y videojuegos (Apple Arcade). Pero hasta que sus nuevas apuestas funcionen, toca seguir cuidando al «niño bonito» de la compañía: el iPhone.
El objetivo de Tim Cook es muy claro: hay que reflotar el producto estrella. Y para ello, todo vale. Por ello, el derecho a reparar, que tanta fuerza está teniendo en países como EE.UU. o Europa, se ha ganado a Apple como enemigo número uno.
Los de Cupertino, tal y como informa « Motherboard», están en contra de que se aprueben las leyes necesarias para que cada usuario pueda reparar la pantalla de su iPhone, por ejemplo, si se le rompe, sin tener que llevárselo a Apple, con el consiguiente elevado coste, o lo que es peor aún: sin tener por qué verse obligado a reemplazar su terminal por otro más nuevo.
En las últimas semanas, un representante de Apple y otro de CompTIA, la organización comercial que representa a grandes compañías tecnológicas, se reunieron en privado con los legisladores de California, uno de los 19 estados que quieren aprobar la medida, para informarles de las razones por las que no deberían aprobar el derecho a reparar. Y, de momento les ha funcionado porque elproyecto de ley ha sido retirado, aunque los responsables han dicho que lo volverán a retomar en enero de 2020.
Posibles quemaduras por las baterías
Según Apple, los consumidores podrían herirse de gravedad al manipular las baterías de ion de litio que incorporan los iPhones.
Los representantes de Apple que acudieron a la reunión llevaron sus propios terminales «y mostraron a los legisladores y a sus ayudantes los componentes internos del teléfono», recoge « Motherboard». «Dijeron que si se desmontan incorrectamente, los consumidores que intentaran arreglar su propio iPhone podrían herirse» en el caso en el que manipulasen las baterías, ya que en el caso de perforarlas, podrían sufrir quemaduras.
La otra realidad es que el consumidor, aunque también el medio ambiente, sería el beneficiario de este derecho que, de aprobarse, obligará a los fabricantes a crear productos electrónicos de una mayor duración (para luchar también contra la popularobsolescencia programada) y sean más fáciles de reparar. Cada vez es más complicado que un conductor pueda arreglar su propio coche o su propio móvil. Los fabricantes son conscientes de ello. Buscan que cada año el usuario cambie de «smartphone» y saben a la perfección si el ha tocado las tripas del terminal porque han situado estratégicamente una pegatina que, en caso de manipularla, anula la garantía.
El derecho a reparar cambiaría totalmente este panorama: los fabricantes, por ley, tendrían que fabricar las piezas de sus productos durante, al menos, siete años, de tal manera que el consumidor pueda comprarlas y cambiarlas por su cuenta. También estarían obligados a informar sobre cómo tiene que llevarse a cabo la reparación.
La seguridad, a debate
Sin embargo, los argumentos esgrimidos por la CompTIA y Apple van más allá. Ambos enviaron cartas secretas, descubiertas por «Motherboard», en el que instan a los responsables del proyecto de ley a «no seguir adelante con esta legislación». Aseguran que la aprobación del derecho de reparación convertiría al estado en una «meca para los malos actores», refiriéndose a cibercriminales y hackers.
«Con el acceso a guías y herramientas, los piratas informáticos pueden eludir más fácilmente las protecciones de seguridad, perjudicando no solo al propietario del producto, sino también a todos los que comparten su red», indican en la carta .
Los expertos, sin embargo, tildan de exageradas las advertencias de Apple y la CompTIA. «Sugerir que hay preocupaciones de seguridad y protección con las piezas de repuesto y los manuales es evidentemente absurdo», afirma Nathan Proctor, director del grupo de derechos del consumidor.
«La seguridad de los dispositivos no está relacionada con los diagnósticos y manuales de servicio. Todos sabemos que no hay debate. La seguridad no tiene nada que ver con la reparación», añade Paul Roberts, experto y creador de la organización «Securepairs.org» .
América (incluyendo EE.UU. y Canadá) sigue siendo el gran mercado de Apple y de donde provienen prácticamente la mitad de sus ingresos mundiales, mientras que las ventas han bajado ligeramente durante los últimos seis meses en su segundo mayor mercado, Europa, donde también se quiere aprobar el derecho a reparar, y de manera muy sustancial en el tercero, China.
Abc