Ajeno al estruendo que se avecina, Fernando Alonso apura su penúltima carrera con Toyota Gazoo Racing en el Mundial de Resistencia en el circuito de Spa. Su ausencia de la Fórmula 1, la flojera de sus resultados en McLaren durante los últimos cuatro años, han generado una consecuencia indirecta que se ha traducido en crisis, amenaza y tal vez desaparición. El Gran Premio de España de Fórmula 1 está en peligro. La última carrera de una larga trayectoria de 28 años puede vivir su epílogo el domingo 12 de mayo. La falta de presupuesto y de voluntad política en el Gobern han encallado una negociación entre los dirigentes del circuito de Montmeló y los mandatarios de la Fórmula 1 que puede desembocar en defunción. Medios británicos, la web especializada Autosport, ya dan por hecho que la pista holandesa de Zandvoort sustituirá a Montmeló en el Mundial 2020. La dirección del trazado catalán desmiente que se haya consumado la ruptura, que el caso esté perdido o que la inclusión de Zandvoort implique la salida de Barcelona.
Los propietarios del circuito de Montmeló son la Generalitat, los Ayuntamientos de Barcelona y Montmeló y el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC). Desde hace años, probablemente desde que Fernando Alonso dejó de ganar y de llenar las gradas de fervientes y nuevos seguidores de la Fórmula 1, la empresa vive en una incertidumbre económica que no ha conseguido revertir pese al empeño y buen hacer de sus trabajadores, encabezados por los directivos Vicenç Aguilera y Joan Fontseré.
Renovación en 2015
Según fuentes del sector, Montmeló renovó su compromiso en 2015 con la Formula One Management (FOM) –la empresa que gestiona la Fórmula 1– por 24 millones, cifra nunca confirmada por los mandatarios del circuito. Desde que ha descendido la afluencia de espectadores y de entradas vendidas por la Fórmula 1, el principal sustento de un trazado que ofrece actividad durante todo el año, los problemas económicos han acuciado al Circuit.
Según publicó Expansión, Montmeló recibió 8,5 millones de euros en 2018 en subvenciones para tratar de reflotar la empresa. La cifra proviene de la Generalitat de Cataluña (6 millones) y del Ayuntamiento de Barcelona (2,5 millones). Con una salvedad, el consistorio que dirige Ada Colau lo hizo en modo decreciente: 2,5 millones en 2018 y 1,5 millones en 2019. En los últimos tiempos, la Diputación de Barcelona también añadió un millón de euros.
La recuperación no se ha consolidado, pese a las aportaciones. Alonso no remontó su cuenta de resultados con el McLaren, primero asociado a Honda y luego a Renault. Tampoco favorecieron al Gran Premio de España las declaraciones que realizó en su día la alcaldesa de Barcelona al respecto de este deporte. «Subvencionar la Fórmula 1 no es la prioridad de este Ayuntamiento», dijo Colau.
Un estudio elaborado por la empresa DEP Institute valora en 163 millones el impacto económico que deja la Fórmula 1 en el área metropolitana de Barcelona. Dinero para los hoteles, los restaurantes, los servicios, el IVA de cada producto que se consume… Una inversión de 24 millones que devuelve 163 millones a la ciudad…
La situación desembocó en una reunión entre el máximo dirigente de la Fórmula 1, Chase Carey, con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente del Circuit, Vicenç Aguilera, de la que no se han conocido detalles explícitos, sino consecuencias e interpretaciones. El director del circuito, Joan Fontseré, explicó ayer su versión a ABC. «La voluntad política existe. La prueba es que el presidente de la Generalitat recibió a Chase Carey»
Fuentes conocedoras de la situación confirman que la ruptura ya se ha producido y que el trazado de Zandvoort sustituirá a Montmeló en el calendario 2020. Otras valoraciones consideran que la negociación no avanza, pero que se puede esperar una solución de última hora si hay voluntad política para arreglarlo. Fontseré tiene otro punto de vista. «Se ha empezado a trabajar para que coindicidan todos los intereses. La renovación no se tiene que hacer rápido, se tiene que hacer bien. La Fórmula 1 es solo una, los grandes premios en Europa son los que son y es normal que surjan voces a favor y en contra. Son los lances propios de este juego».
La integración de Zandvoort, un trazado antiguo y sin mayor encanto, responde al entusiasmo que ha generado en Holanda la irrupción de un talento joven como Max Verstappen, que ya ha ganado cinco carreras con Red Bull y ha atraído a potentes patrocinadores de su país a la F1, como Heineken. «Zandvoort no tiene por qué afectar a la renovación entre Barcelona y Liberty –explica el director de Montmeló–. La inclusión de Holanda no es excluyente para nosotros. El ejemplo lo tenemos en Paul Ricard, que ha regresado a la Fórmula 1».
Respecto al futuro de las sedes en la Fórmula 1, parece clara la tendencia de inversión en los países asiáticos. Ya se ha confirmado un gran premio en Vietnam para 2020 en las calles de Hanoi, y se habla de una segunda carrera en China para ediciones futuras, además de la que ya existe en Shanghái. Parece complicada también la continuidad de la carrera en México, puesto que el gobierno local no parece partidario. Y en el horizonte se dibuja una secuencia interminable de carreras, 23 al año, una barbaridad. El calendario actual tiene 21 grandes premios.
Abc
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